En experimentos con ratones, científicos observaron que la concentración de virus y la inflamación disminuyeron en los animales infectados con el influenzavirus a los que se les administró una suplementación con esa sustancia
AGENCIA FAPESP/DICYT – Una molécula elaborada naturalmente en el intestino puede ayudar a prevenir e incluso a tratar la gripe. Esto es lo que indica un estudio publicado en la revista Gut Microbes por investigadores de la Universidad de Campinas (Unicamp), en Brasil, y del Instituto Pasteur de Lille, en Francia. Experimentos con ratones mostraron una mengua en los niveles de la molécula conocida como ácido indol-3-propiónico (IPA, por sus siglas en inglés) durante la infección provocada por el influenzavirus en su variante H3N2. Al suplementar a los animales infectados con una versión sintética del IPA, los investigadores observaron una disminución de la carga viral y de la inflamación en los pulmones.
“Estos resultados son prometedores y sugieren que en el futuro el IPA podrá utilizarse para ayudar a prevenir o a tratar la infección provocada por el influenzavirus, responsable de grandes epidemias. No obstante, se hacen necesarios más estudios, a los efectos de confirmar estos hallazgos en humanos y para entender mejor cómo funciona el IPA”, aclara Marco Vinolo, docente del Instituto de Biología (IB) de la Unicamp.
El estudio se llevó a cabo en el marco del proyecto intitulado “Análisis de los mecanismos moleculares implicados en la interacción de metabolitos de la microbiota y células del hospedante durante la inflamación”, coordinado por Vinolo y apoyado por la FAPESP.
Los referidos resultados fueron posibles al cabo de una serie de experimentos con ratones realizados en Francia bajo la coordinación de François Trottein, del Instituto Pasteur. Luego se efectuaron análisis en la Unicamp aplicando herramientas de bioinformática, que inspiraron nuevos experimentos con animales también en el Instituto Pasteur.
“Utilizamos tres capas de datos: la primera fue la de la metagenómica, que mostró qué bacterias aparecían alteradas en el intestino al cabo de 7 y de 14 días de infección. Se evaluó todo el ADN de esos microrganismos, cuando en este tipo de estudio normalmente solo se evalúa un tramo de un gen que identifica a las bacterias. Nuestro análisis muestra no solamente a las especies bacterianas, sino también a los genes más presentes y sus respectivas funciones”, explica Vinicius de Rezende Rodovalho, uno de los autores principales del trabajo, realizado durante su posdoctorado en el IB-Unicamp.
Las otras capas de datos se obtuvieron mediante la aplicación de técnicas de la metabolómica, con las cuales se evaluaron los metabolitos secretados por la microbiota presente en el intestino y los marcadores clínicos de la enfermedad, tales como la carga viral y los marcadores inflamatorios.
“Analizamos esos datos de manera integrada, construyendo una red de correlaciones que mostró un importante papel del IPA. Con base en esto, se realizaron nuevos experimentos. En ellos suplementamos a los animales con una versión sintética de la molécula elaborada en el laboratorio, lo que disminuyó la carga viral y la inflamación. Esto aporta un gran potencial para un nuevo desarrollo terapéutico contra de la gripe”, comenta Vinolo.
El suplemento
El IPA es elaborado por bacterias existentes en la microbiota intestinal con base en el procesamiento del triptófano, un aminoácido esencial presente en alimentos tales como la soja, el trigo, el maíz, la cebada, el centeno, el girasol, el pescado y la carne roja.
Trabajos de otros grupos ya habían demostrado los efectos del IPA en la mejoría de los trastornos metabólicos, al regular la glucemia, aumentar la sensibilidad a la insulina e inhibir la síntesis de lípidos y factores inflamatorios en el hígado.
Otros estudios exhibían también evidencias de la acción del triptófano y del IPA en el equilibrio energético y en el sistema cardiovascular, así como su potencial en la prevención de la inflamación, la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la hipertensión, las enfermedades neurodegenerativas y la osteoporosis.
Debido al potencial del IPA como suplemento en el combate y la prevención de la gripe, los investigadores depositaron una patente del ácido indol-3-propiónico en la Unión Europea con ese fin. Esperan poder realizar nuevos estudios que puedan servir de base para la concreción de ensayos clínicos en el futuro.
“Estamos analizando el papel del IPA durante la infección provocada por el SARS-CoV-2, causante del COVID-19, y los resultados hasta ahora son parecidos. Pretendemos verificar también como actúa en infecciones bacterianas. Existen pocos estudios que muestren de qué manera opera la microbiota intestinal en la resistencia sistémica a los antibióticos, y éste puede ser un camino”, culmina diciendo De Rezende Rodovalho. El estudio contó también con el apoyo de la FAPESP mediante una beca doctoral otorgada a Patrícia Brito Rodrigues, quien realizó a su vez una pasantía en el Instituto Pasteur de Lille, en Francia.