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Preguntas y respuestas: Cómo el optimismo puede fomentar hábitos saludables


¿Ves el vaso medio vacío o medio lleno? Si retrocedes al inicio de la pandemia de COVID-19, es probable que hayas experimentado cierto nivel de pesimismo. ¿Y quién podría culparte? Con el aislamiento social, las preocupaciones sanitarias y la incertidumbre económica, el miedo y la ansiedad se convirtieron en una realidad diaria para muchos.


por Dan Bernardi, Universidad de Syracuse


Un equipo de investigadores de la Universidad de Syracuse y la Universidad Estatal de Michigan exploró recientemente las características personales que ayudan a las personas a manejar factores estresantes prolongados, como la pandemia . Dirigido por Jeewon Oh, profesor adjunto de psicología en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Syracuse, el grupo profundizó en el optimismo y el pesimismo y en cómo esas mentalidades influyen en el bienestar.

El grupo utilizó datos del Estudio de Salud y Jubilación, un estudio de panel a gran escala que reúne una muestra representativa a nivel nacional de estadounidenses de 50 años o más. En 2016, los participantes respondieron a preguntas que evaluaban sus niveles de optimismo, como «En tiempos de incertidumbre, suelo esperar lo mejor», y de pesimismo, como «Casi nunca espero que las cosas salgan como quiero».

Durante la pandemia de COVID-19 (entre marzo y mayo de 2020), los encuestados respondieron preguntas sobre comportamientos relacionados con la salud que aumentaban o reducían el riesgo de transmisión de COVID, incluida la frecuencia de uso de mascarillas, los hábitos de viaje y la probabilidad de quedarse en casa.

El equipo utilizó estos datos para explorar cómo la mentalidad de las personas afectaba su bienestar psicológico y físico durante tiempos difíciles. Entre sus hallazgos, encontraron que un mayor optimismo promueve la resiliencia y el bienestar frente a factores estresantes como la pandemia, mientras que un menor pesimismo está vinculado a conductas de salud más seguras. Sus hallazgos aparecieron en el Journal of Research in Personality .

En la siguiente sesión de preguntas y respuestas, el profesor Jeewon Oh comparte algunas ideas clave de su investigación.

¿Cuál fue la motivación para este estudio?

La pandemia introdujo muchos cambios y queríamos saber más sobre los rasgos de personalidad que pueden ayudar a las personas a afrontar factores estresantes persistentes e incontrolables como la pandemia. Analizamos el optimismo, porque motiva la acción. Dado que los optimistas ven las situaciones estresantes de forma positiva, es más probable que aborden directamente el problema o intenten adaptarse cuando las cosas son incontrolables.

¿Cuáles fueron los beneficios para quienes eran más optimistas? ¿Cómo se correlacionó el optimismo/pesimismo con el bienestar durante la pandemia?

Tanto el optimismo como el pesimismo se asociaron de forma independiente con el bienestar psicológico. Así, las personas más optimistas y menos pesimistas se preocupaban menos, estaban menos estresadas y solas y eran más resilientes. Esto se debía, en parte, a que estas personas realizaban más actividad física y percibían más apoyo social y menos tensión en sus relaciones.

Curiosamente, en lo que respecta a las conductas relacionadas con la COVID y la salud, el pesimismo desempeñó un papel importante, pero no así el optimismo. En otras palabras, las personas con una mentalidad menos pesimista (pero no más optimista), que tienen expectativas negativas más débiles, tendían a adoptar conductas menos arriesgadas, como viajar y realizar más actividades en casa, desde ver la televisión y hacer jardinería hasta meditar.

¿Cómo influye el optimismo o el pesimismo en la forma en que las personas afrontan los desafíos y los reveses?

En general, el optimismo o pesimismo habitual no consiste en pensar que no se enfermarán o que tendrán más probabilidades de enfermarse (en comparación con otros), sino en conocer la realidad y seguir pensando que las cosas finalmente se solucionarán. Esta mentalidad positiva ayuda a las personas a resolver problemas y afrontarlos. Después de todo, si crees que las cosas nunca saldrán bien, ¿por qué lo intentarías?

¿Hay alguna manera de aumentar el optimismo en momentos en los que uno puede estar más ansioso, como durante la pandemia?

Puede resultar más fácil pensar en hacer lo que hacen los optimistas en lugar de intentar pensar de forma diferente (o cambiar su optimismo). Por lo tanto, las personas con un menor pesimismo mencionaron cambiar sus comportamientos para adaptarse a la situación, reunirse con personas por Zoom con más frecuencia y hacer ejercicio en casa (en lugar de ir al gimnasio y reunirse con personas en persona). Fueron estos cambios de comportamiento, como hacer más ejercicio, los que ayudaron en parte al bienestar de las personas.

¿Qué revela este estudio sobre la salud y el bienestar psicológico en el mundo pospandémico? ¿Qué factores podemos tener en cuenta para mantener y mejorar la salud mental?

Ya antes de la pandemia existían pruebas de que las personas optimistas se comportaban bien en muchas situaciones. Aunque se necesitan más investigaciones para entender por qué, nuestro estudio concluyó que los optimistas se comportaban mejor incluso ante nuevas dificultades. Por lo tanto, desarrollar el optimismo y aprender a afrontarlo de forma flexible puede ayudar a mantener y mejorar la salud mental en diversas situaciones.

Más información: Jeewon Oh et al., Optimism and pesimism were prospectively associate with adoption during the COVID-19 epidemic, Journal of Research in Personality (2024). DOI: 10.1016/j.jrp.2024.104541