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Long COVID: nuevos biomarcadores y una pista sobre la “niebla mental”


Varios grupos científicos reportan biomarcadores que podrían ayudar a diagnosticar o estratificar el long COVID, y un estudio reciente ofrece una explicación biológica para la “niebla mental”.


Redacción Mundo de la Salud


Biomarcadores que empiezan a perfilarse

  • PTX-3 (pentraxina 3): Investigadores en Viena hallaron niveles persistentemente elevados de PTX-3 meses después de cuadros graves de COVID-19. La molécula se asocia a inflamación y daño tisular y podría anticipar complicaciones a largo plazo.
  • Fragmentos virales en vesículas extracelulares: Un equipo en EE. UU. detectó fragmentos de proteínas del SARS-CoV-2 en vesículas extracelulares circulantes. El hallazgo sugiere un estímulo antigénico persistente que podría mantener la inflamación.
  • Marcadores inflamatorios en sangre y LCR: Grupos en Europa reportan firmas inflamatorias en sangre (y en LCR para otros síndromes afines) que se correlacionan con síntomas como fatiga, disautonomía y disfunción cognitiva.

¿Y la “niebla mental”?

Un estudio reciente con PET cerebral avanzada en Japón informó alteraciones metabólicas compatibles con la afectación de redes neuronales implicadas en atención y memoria de trabajo. Estos resultados refuerzan la hipótesis de que la “niebla mental” no es solo subjetiva: tiene correlatos biológicos.

Por qué importan estos hallazgos

  • Hacia pruebas objetivas: pasar del diagnóstico por síntomas a paneles sanguíneos y neuroimagen que permitan estratificar pacientes y personalizar terapias.
  • Ensayos más precisos: biomarcadores mejoran la selección de participantes y la medición de respuesta en tratamientos (rehabilitación, fármacos antiinflamatorios, antivirales).
  • Seguimiento y pronóstico: identificar quién tiene más riesgo de persistencia y qué intervenciones cambian la trayectoria.

Cautelas necesarias

Los tamaños muestrales aún son moderados, los resultados deben replicarse y estandarizarse los métodos (qué marcadores, umbrales y tiempos postinfección). Aun así, el campo está madurando: hay señales convergentes de inflamación persistente, residuos virales y cambios neurofuncionales.

Consejos prácticos para pacientes

  • Solicitar evaluación estructurada: síntomas, función autonómica, analítica básica y, si procede, derivación a rehabilitación respiratoria/cardiometabólica.
  • Evitar el sobre-esfuerzo abrupto; apostar por progresión pautada y monitorizada.
  • Registrar síntomas y disparadores para personalizar la rehabilitación.

Referencias:

  • Peluso, M. J. et al. Persistent inflammation and immune activation in long COVID patients. Nature Communications, 2024.
  • National Institutes of Health (NIH). RECOVER Initiative: Findings on long COVID biomarkers. Informe técnico, 2025.
  • Iwasaki, A. et al. Residual viral antigens and immune dysregulation in post-acute COVID-19 syndrome. Cell Reports Medicine, 2024.
  • Okuda, M. et al. PET brain imaging reveals altered glucose metabolism in patients with post-COVID cognitive symptoms. Brain, 2025.
  • European Society of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ESCMID). Long COVID: state of research and diagnostic developments. Informe, 2025.