El viernes 6 se celebrará el Día del Nutricionista Peruano.
Por José Vadillo Vila
La buena alimentación permite hacerle mejor lucha a la pandemia del covid-19. Ante el incremento de la obesidad y las comorbilidades en la población peruana, el Colegio de Nutricionistas del Perú propone una Hoja de Ruta de la Nutrición. El viernes 6 se celebrará el Día del Nutricionista Peruano.
En el área covid del Hospital Nacional Guillermo Almenara, la nutricionista Marcelina Alvizuri Chávez aprendió a saludarse a diario con la muerte. “Es triste ver que nuestros pacientes no logran recuperarse y que un día cualquiera puede dejar de existir”, dice vestida como un astronauta, por las medidas de bioseguridad.
Frente a la cantidad de pacientes que en estos tiempos de pandemia ha visto partir, Marcela, como la llaman de cariño, también conoce de casos que le motivan.
Recuerda la historia de un hombre prácticamente desahuciado. Literalmente, se moría. El paciente necesitaba con urgencia una cama UCI porque todos sus síntomas se estaban agravando. El equipo de salud y la capacitación de la nutricionista fueron fundamentales para arrancárselo de las manos a la parca.
Marcela no solo trabajaba con él lo nutricional, sino también lo anímico y sicológico: “cada vez que pasábamos por la sala le dábamos ganas para que pueda darle batalla a la enfermedad”. Quince días después, el paciente ya presentaba mejorías y, finalmente, fue dado de alta.
Por la pandemia, las áreas de nutrición de los nosocomios se han sumado a los equipos multidisciplinarios de las áreas covid. Para mejorar la salud de los enfermos, los nutricionistas han echado mano a todas sus herramientas: fórmulas enterales, omega 3, fórmulas poliméricas, los módulos proteicos y otros.
“Gracias al trabajo en conjunto hemos podido recuperar a cientos de pacientes”, cuenta Marcelina, muy satisfecha de su labor.
Voluntariado
Un reporte del Ministerio de Salud (Minsa) señala que durante la emergencia sanitaria, el 85% de las víctimas del covid-19 eran obesos.
El licenciado Paul Zevallos recuerda que la pandemia ha permitido a los nutricionistas entender mejor que la práctica de una alimentación balanceada ayuda a prevenir diferentes enfermedades y propicia un estilo de vida saludable y armonioso.
Zevallos es coordinador del Voluntariado de Estudiantes de Nutrición, una iniciativa del Colegio de Nutricionistas de Lima. Desde el año pasado, decenas de estudiantes de esta especialidad hacen convocatorias y ofrecen talleres gratuitos vía Zoom para fomentar la práctica de la alimentación saludable en el contexto de la pandemia, dirigido, especialmente, a los grupos vulnerables, como los pacientes infectados que no estuvieran hospitalizados.
En julio del 2020 iniciaron el primer taller nutricional para gestantes; y al mes siguiente, para adultos mayores y adolescentes. Este voluntariado también ha apoyado a instituciones como el Inabif en la difusión de mensajes saludables. En medio de la pandemia, sus actividades continúan.
Marcela Alvizuri, por su parte, recuerda que al ser el covid-19 una enfermedad nueva, la única manera en que los nutricionistas puedan ayudar a los pacientes es capacitándose permanentemente.
Recuerda que la atención es personalizada. Porque en esta emergencia sanitaria se ha tenido a pacientes con pluripatologías, amén del covid: diabéticos, renales, hipertensos, portadores de VIH y otros. “A cada uno de ellos se les evalúa y se les prescribe la dieta que requieren. Por ello, la especialización y pericia del nutricionista, como profesional idóneo y capacitado, es esencial”, dice.
Índices de alerta
El Colegio de Nutricionistas del Perú (CNP) advierte que tenemos graves problemas de salud pública que afectan a diferentes grupos etarios: en los adultos, hay casi un 70% de exceso de personas con sobrepeso y obesidad, puerta de ingreso de varias comorbilidades (como la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto y otros).
A ello se suma un 10% de desnutrición crónica en niños menores de 5 años. Y un 30% de niños mayores de 5, en riesgo de desnutrición.
Otro problema muy grave es la anemia por deficiencia de hierro, que supera el 40% de la población de niños menores de 36 meses de edad. La anemia también afecta a las mujeres en edad fértil de 15 a 49 años en un 20%, lo cual condiciona su productividad y el riesgo de embarazos y de muerte de niños al nacer, recuerda el CNP.
El decano del CNP, Antonio Castillo, explica que la pandemia ha dado la razón a los nutricionistas. “Ha demostrado que un buen estado nutricional y la conservación de un adecuado sistema inmunológico, contribuyen a combatir los efectos agresivos de la presencia del nuevo coronavirus”, dice.
Sin embargo, la pandemia también ha modificado nuestros comportamientos y modos de vida y alimentación. Las personas permanecen más tiempo en casa, menos actividad física. A la par, aumentó el consumo de alimentos altamente calóricos y el abuso de la comida rápida. Castillo recuerda que todo ello será dañino en el mediano plazo para nuestra salud.
Para prevenir males como el exceso de peso y las comorbilidades, que son factores de riesgo para desarrollar casos graves de covid-19, recuerda que lo importante es: 1) cuidarse en la alimentación, 2) mantener un peso adecuado, 3) realizar actividad física regular todos los días; y 4) consumir una alimentación saludable basada en frutas, verduras, pescados, menestras. Todo ello nos permitirá estar mejor preparados frente a una tercera ola.
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Educación nutricional
El decano Antonio Castillo explica que cambiar los hábitos de los peruanos es un trabajo “duro y a largo plazo”. Urge para ello una educación nutricional donde los nutricionistas cumplan un rol vital, en prevención en salud, “el cual contribuye con los cambios de hábitos de la población y, a la vez, ahorra miles de millones de dólares en salud, evitando el tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles”.
Al respecto, el CNP propone al Gobierno trabajar juntos una Hoja de Ruta de la Nutrición, directamente con el Ministerio de Salud. Castillo explica que esto permitiría trabajar, de manera técnica, en las propuestas de políticas públicas relacionadas a la alimentación y la nutrición de la población, sobre todo, en las zonas más alejadas y en las poblaciones más vulnerables.
Asimismo, la hoja de ruta permitiría incorporar, dentro de las instituciones educativas, al profesional nutricionista para poder orientar en temas de alimentación y nutrición a la población escolar, a los padres de familia y trabajar en los comedores escolares.
Retos pendientes
El Perú acaba de cumplir su bicentenario como país. Para el decano del CNP, Antonio Castillo, el mayor reto a nivel nutricional debe ser tratar de mejorar los hábitos alimentarios de la población, “para que sepa elegir bien sus alimentos, distribuir apropiadamente la cantidad de sus raciones o porciones y tener una mayor presencia del nutricionista peruano en la alimentación y nutrición”.
“Y eso se hace teniendo leyes que ayuden o protejan el accionar profesional de los nutricionistas. Es por eso que estamos luchando porque se apruebe la Ley del Ejercicio Profesional del Nutricionista y de esta forma se enmarque nuestro accionar técnico laboral”, opina.