
Un equipo de investigadores de la Universidad Normal de China Oriental y el Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Shenzhen descubrieron que es posible utilizar el té verde como mecanismo de control para activar las terapias celulares de forma remota.
por Bob Yirka, Medical Xpress
En su artículo publicado en la revista Science Translational Medicine , el grupo describe cómo probar el uso del té verde como mecanismo de control y qué tan bien funcionó.
Como parte de los esfuerzos para desarrollar nuevos tratamientos, los científicos médicos han estado buscando terapias basadas en células, pero debe estar disponible un medio para administrar una terapia dada a una célula o grupo de células objetivo. Una de esas técnicas en estudio es el uso de sistemas de control remoto en los que un fármaco desencadena la liberación de un agente terapéutico cuando llega a su destino en el cuerpo. En este nuevo esfuerzo, los investigadores analizaron la posibilidad de usar ácido protocatechuico (PCA), un metabolito producido por el cuerpo cuando se consume el té verde, como desencadenante de varios tipos de terapias celulares.
Comenzaron diseñando células de riñón embrionario humano para que se activen en presencia de PCA. Descubrieron que la PCA podría usarse como un interruptor para activar y desactivar dicha actividad celular. Introdujeron las células modificadas en ratones y les dieron té verde. Informan que hacerlo funcionó tal como estaba planeado: cuando los ratones bebieron el té, se activaron las células deseadas. Luego, los investigadores estudiaron si el té verde también podría usarse para mejorar la focalización con la edición de genes CRISPR. Descubrieron que podía crear sistemas de expresiones inducibles por disparador. Luego, los investigadores estudiaron el uso del té verde como un medio para controlar de forma remota las células implantadas en pacientes con diabetes en un intento de restaurar la función pancreática. Una vez más, descubrieron que, de hecho, era posible en modelos de ratones, y también en monos diabéticos.
Los investigadores señalan que el uso del té verde como mecanismo de control no provocó ningún efecto secundario notable, como una respuesta inflamatoria o un aumento en el recuento de glóbulos blancos. Sugieren que su enfoque demuestra que el té verde se puede usar como un mecanismo de control remoto para usar con una variedad de terapias celulares .

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