
La rinitis alérgica es una de las enfermedades crónicas más frecuentes a nivel mundial, afectando hasta un 25% de la población. Aunque suele ser subestimada como un “resfriado permanente”, se trata de una patología inflamatoria de la mucosa nasal con repercusiones sistémicas, vinculada al asma y a la sinusitis crónica. En el ámbito otorrinolaringológico, el manejo de la rinitis alérgica ha evolucionado hacia estrategias más precisas y personalizadas.
Redacción Mundo de la Salud
Fisiopatología y mecanismos inmunológicos
La rinitis alérgica se produce por una reacción de hipersensibilidad tipo I, mediada por IgE, frente a alérgenos comunes como ácaros, pólenes o epitelios de animales. A nivel local, los mastocitos liberan histamina, prostaglandinas y leucotrienos, provocando edema de la mucosa nasal, obstrucción y rinorrea. El otorrinolaringólogo analiza cómo estas respuestas inflamatorias no se limitan a la nariz, sino que afectan la función de senos paranasales, oído medio y vías respiratorias inferiores.
Diagnóstico especializado en ORL
Más allá de la anamnesis clínica, los especialistas disponen de herramientas como:
- Endoscopia nasal de alta definición para valorar la mucosa y descartar poliposis.
- Pruebas cutáneas (prick test) para identificar alérgenos responsables.
- Determinación sérica de IgE específica en pacientes con múltiples sensibilizaciones.
- Pruebas de provocación nasal bajo control médico, útiles en casos complejos.
Tratamientos actuales y emergentes
El abordaje combina medidas farmacológicas, inmunológicas y quirúrgicas:
- Farmacoterapia: antihistamínicos de segunda generación, corticoides intranasales de alta potencia, y antagonistas de leucotrienos.
- Inmunoterapia alérgeno-específica (ITA): cada vez más utilizada en gotas sublinguales y formulaciones subcutáneas, con evidencia de modificar la evolución natural de la enfermedad.
- Cirugía endoscópica funcional de senos paranasales (FESS): indicada en casos con complicaciones crónicas como pólipos o sinusitis recurrente.
Impacto en la calidad de vida
La rinitis alérgica no tratada puede causar deterioro cognitivo, bajo rendimiento escolar y laboral, y trastornos del sueño. En pacientes pediátricos, la intervención temprana del otorrinolaringólogo previene complicaciones a largo plazo y favorece un desarrollo respiratorio adecuado.
