La intervención intensiva en el estilo de vida durante 12 meses fue eficaz para disminuir la adiposidad y mejorar los factores de riesgo cardiovascular en adultos mayores
ULE/DICYT La revista internacional ‘Diabetes Care’ ha publicado recientemente los resultados de un estudio que demuestra los beneficios sobre la salud que experimentan quienes pierden peso mediante la adopción de un estilo de vida basado en la dieta mediterránea combinada con el ejercicio.
El artículo ofrece los resultados de un ensayo desarrollado durante doce meses, en el que han participado un grupo de investigadores del Grupo GIIGAS, liderado por el profesor Vicente Martín Sánchez, del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública, y del Instituto de Biomedicina (IBIOMED), ambos de la Universidad de León (ULE), gracias a una beca de la Fundación SEMERGEN (más de 350.000 euros en cinco años) y un proyecto FIS (150.000 euros en tres años).
El estudio revela que la intervención intensiva en el estilo de vida durante 12 meses con PREDIMED-Plus (PREvención Dieta MEDiterránea) fue eficaz para disminuir la adiposidad y mejorar los factores de riesgo cardiovascular en adultos mayores con sobrepeso/obesidad con síndrome metabólico, así como en individuos con diabetes o con riesgo de padecerla.
Estos resultados son de gran importancia porque, aunque pueda parecer extraño, el efecto a largo plazo de la pérdida de peso intencional en eventos cardiovasculares sigue siendo desconocido. De ahí el impacto de esta investigación, que ha evaluado la efectividad en la prevención cardiovascular primaria de una intervención intensiva de estilo de vida para perder peso, llevada a cabo con PREDIMED-Plus.
El ensayo se realizó con un grupo de 626 adultos de 55 a 75 años, con sobrepeso y obesos con síndrome metabólico, que fueron repartidos al azar en dos grupos. Uno fue el de control (GC), y el otro de intervención (GI) que participó en una intensiva modificación en el estilo de vida para perder peso, basada en una dieta mediterránea con restricción energética, promoción de la actividad física y apoyo conductual.
Los resultados obtenidos fueron en la dirección esperada. Los denominados ‘primarios’ fueron cambios en el peso y los ‘secundarios’ los que se registraron en los marcadores de riesgo cardiovascular, con mejoras significativas en los integrantes del grupo de intervención frente a los del de control.
Después de 12 meses, los participantes perdieron un promedio de 3,2 kilos, frente a los 0,7 kilos del grupo de control (la pérdida de peso mayor o igual al 5 por ciento se produjo en el 33,7 por ciento de los participantes, frente a solo el 11,9 de los del CG). Además, los factores de riesgo cardiovascular, incluida la circunferencia de la cintura, la glucosa en ayunas, los triglicéridos y el colesterol HDL, mejoraron significativamente.
Las reducciones en la resistencia a la insulina, HbA 1c y los niveles circulantes de leptina, interleucina-18 y MCP-1 fueron mayores en los participantes del grupo de intervención que en los del grupo de control. Además, los participantes de IG con prediabetes o diabetes mejoraron significativamente el control glucémico y la sensibilidad a la insulina, junto con los triglicéridos y los niveles de colesterol HDL.
Referencia | |
Salas-Salvadó, J., Díaz-López, A., Ruiz-Canela, M., Basora, J., Fitó, M., Corella, D., … & Vidal, J. (2018). Effect of a Lifestyle Intervention Program With Energy-Restricted Mediterranean Diet and Exercise on Weight Loss and Cardiovascular Risk Factors: One-Year Results of the PREDIMED-Plus Trial. Diabetes care. |
Leer más
- Las legumbres reducen el riesgo de sufrir diabetes tipo 2
- La salvia roja, una nueva esperanza para tratar la celiaquía
- Un nutriente que se encuentra en la carne de res y los lácteos mejora la respuesta inmune al cáncer: estudio
- Desarrollan productos con valor nutricional a partir de residuos de la industria alimentaria
- Los posos de café pueden ser clave para prevenir enfermedades neurodegenerativas