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Qué beneficios tiene tomar vitamina E por la noche y quienes no deberían hacerlo


Aunque se encuentra entre los suplementos más populares, también se encuentra de forma natural en ciertos alimentos


Por Mariana L. Martínez


La vitamina E desempeña un papel fundamental en el funcionamiento de los ojos, la reproducción y la salud de la sangre, el cerebro y la piel.

Su capacidad antioxidante le permite neutralizar los radicales libres, moléculas que se generan durante la digestión de los alimentos o por la exposición a contaminantes ambientales, como el humo de cigarrillo y la radiación.

Estos radicales libres se han vinculado con enfermedades cardíacas, cáncer y otros trastornos, lo que ha impulsado el interés en los suplementos de vitamina E como posible herramienta preventiva.

Las vitaminas liposolubles, como la vitamina D y la vitamina E, suelen recomendarse para su consumo en la noche debido a que su absorción puede mejorar junto con la grasa presente en la cena y porque no provocan efectos estimulantes.

En cualquier caso, la mejor hora para consumir vitaminas depende del tipo específico y las necesidades de cada persona. Consultar a un profesional de la salud ayuda a definir el horario y la dosis más adecuados en cada caso.

Quiénes no deberían tomar Vitamina E como suplemento

  1. Personas con trastornos de la coagulación: La vitamina E puede aumentar el riesgo de sangrado, especialmente en quienes padecen trastornos hemorrágicos como la hemofilia, o toman anticoagulantes (como warfarina). Altas dosis pueden interferir con la coagulación sanguínea.
  2. Pacientes próximos a una cirugía: Se recomienda suspender la vitamina E al menos dos semanas antes de cualquier cirugía programada, para minimizar el riesgo de sangrado excesivo.
  3. Personas con antecedentes de accidente cerebrovascular hemorrágico: El consumo elevado de vitamina E podría estar relacionado con un mayor riesgo de hemorragias cerebrales.
  4. Personas con hipersensibilidad o alergia conocida a la vitamina E: Quienes han presentado reacciones adversas previamente no deben tomarla.
  5. Niños y mujeres embarazadas o en período de lactancia: El consumo debe ser supervisado por un profesional de la salud, ya que dosis elevadas pueden resultar peligrosas.
  6. Personas que toman ciertos medicamentos: La vitamina E puede interactuar con anticoagulantes, medicamentos para la quimioterapia, radioterapia y algunos fármacos para reducir el colesterol. Es importante consultar a un médico antes de combinar el suplemento con cualquier medicación.

El uso indiscriminado de vitamina E puede acarrear efectos adversos, como náuseas, diarrea, debilidad, visión borrosa y problemas de sangrado. Siempre se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplemento.

Cómo tomar la Vitamina E

En cuanto a la absorción, la vitamina E es liposoluble, lo que significa que su asimilación mejora cuando se consume junto con alimentos que contienen grasas. Entre las fuentes alimenticias más ricas en este nutriente se encuentran los aceites vegetales (de germen de trigo, girasol, cártamo y soja), los frutos secos (cacahuetes, avellanas, almendras y semillas de girasol) y las verduras de hoja verde como la espinaca y el brócoli.

También aportan vitamina E la carne, la leche y los cereales fortificados.

La vitamina E se encuentra en una amplia variedad de productos. Destacan los frutos secos como almendras y avellanas, las semillas de girasol y calabaza, los aceites vegetales como el de girasol y el de germen de trigo, así como los vegetales de hoja verde, entre ellos espinacas y brócoli.

La incorporación regular de estos alimentos en la dieta permite alcanzar una ingesta adecuada de este antioxidante esencial