Patentan método para obtener compuesto antibacteriano de residuos de aloe vera: Colombia


Lo que resulta de los procesos de extracción de gel de aloe vera o sábila se conoce como cutícula y, en Colombia es un residuo que se entierra para que sirva como abono o se desecha. Con este, en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira crearon un método para obtener un compuesto antibacteriano natural contra Escherichia coli, causante de diarrea o cólicos abdominales cuando se encuentran en el agua o alimentos contaminados. La invención recibió patente de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).



Una de las inventoras es la ingeniera agroindustrial Sarah Lucía Paz Arteaga, estudiante de la Maestría en Ciencias – Biotecnología en la UNAL Sede Medellín, quien explica que la cutícula de aloe vera se lava y se liofiliza. La liofilización es una técnica que sirve para mantener la viabilidad de los biocompuestos de la materia orgánica, se congelan y el agua del producto se sublima o somete a bajas presiones.

Así, “se obtiene un producto seco que se muele a un tamaño de partícula pequeño. Este material es rico en diferentes compuestos, entre ellos el antimicrobiano. Utilizamos solventes para extraer aquellos de interés, y el material obtenido se sometió a rotaevaporación, para concentrarlo”.

El profesor Harlen Gerardo Torres Castañeda, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNAL Sede Palmira, propuso los solventes de extracción usando una formulación novedosa, e identificó los compuestos mediante técnicas cromatográficas. De esta manera, se detectaron quinonas.

La estudiante Paz comenta que, “en un medio de cultivo o agar bacteriológico, donde los microorganismos crecen muy cómodos, pusimos la bacteria e impregnamos un disco de papel con el compuesto. Corroboramos que alrededor del disco no crecieron bacterias porque el agar cambia de color, se pone espeso, ya no es traslúcido. Cuando no hay crecimiento sabemos que es antibacteriano”.

De esta manera, se confirmó que la cutícula de aloe vera tiene alto potencial por ser de origen natural y por ser específico para un microorganismo, en este caso E. coli, pues muchos de los medicamentos son compuestos químicos a los cuales hombres y animales hacen resistencia, lo que se conoce como resistencia a los antibióticos.

Antibacteriano natural

La estudiante relata que, “la idea de encontrar componentes antibacterianos de una forma particular en la cutícula de la sábila surgió en una la clase de Química Agroindustrial, donde se emplea la metodología de ‘investigación en el aula’, cuando un compañero dijo que dicho resultante se desechaba”.

Agrega que “entonces, a la profesora Liliana Serna Cock, de la UNAL Sede Palmira, le surgió la idea de hacer un macroproyecto que permitiera darle diferentes usos a este residuo agroindustrial, y buscó financiación a través de una convocatoria interna”.

De esta manera, la estudiante se vinculó al proyecto “Método de obtención de un antibacteriano natural extraído de la cutícula de aloe vera activo contra Escherichia Coli”, para el cual se hizo un estudio bibliográfico sobre los usos de los residuos agroindustriales de aloe vera y había estudios que suponían posible efecto antimicrobiano debido a compuestos presentes en la cutícula. En el mismo, participaron la ingeniera agroindustrial, Maira Alejandra Bastidas Mosquera y el profesor Torres Castañeda.

La investigación duró dos años -desde 2016- y tuvo el liderazgo de los docentes y el aporte de sus experiencias en los laboratorios de Bioconversiones y de Química. La profesora Serna Cock se encargó del antimicrobiano y de cómo iba a afectar al microorganismo, y el docente Torres se enfocó en la identificación de los compuestos.

La patente

Alejandro Raigosa, integrante del Equipo Gestor de la Dirección de Investigación y Extensión de la UNAL, indica que tuvieron un aliado para la redacción y formulación, gracias a una convocatoria de Colciencias (actual Minciencias).

El 7 de junio de 2019 se radicó la patente ante la SIC. “Como Universidad debemos consolidar capacidades para articular nuestras habilidades con los aliados técnicos. Es un proceso de cooperación académica, legal y administrativa”, indica.

Además de identificación, valoración y protección de una patente, desde esta Dirección buscan la transferencia hacia la sociedad y el sector productivo. “De nada sirve tener tantas patentes sin ser usadas. Es nuestro énfasis. Tenemos 10 patentes, 9 son de invención y 1 es de modelo de utilidad, y un certificado de modelo de obtentor”, concluye.