Un estudio reciente ha descubierto un vínculo preocupante entre la exposición a la contaminación del aire PM2,5 durante el embarazo y el riesgo de bajo peso al nacer en los recién nacidos. Este estudio destaca el impacto significativo de la calidad del aire en el desarrollo prenatal y enfatiza la necesidad urgente de controles más estrictos de la contaminación del aire. El equipo de investigación incluye la Escuela de Salud Pública de la Universidad Hebrea y el Centro Médico Hadassah.Comprar vitaminas y suplementos
por la Universidad Hebrea de Jerusalén
El estudio se publica en la revista Science of The Total Environment .
El estudio, dirigido por el Dr. Wiessam Abu-Ahmad y el profesor Hagai Levine, en colaboración con el profesor Ronit Nierl, analizó datos de una revisión sistemática exhaustiva y un metanálisis que abarca 84 estudios en todo el mundo, que representan alrededor de 42 millones de nacimientos. Los hallazgos llaman la atención sobre los pronunciados riesgos para la salud asociados con las partículas finas comúnmente emitidas por el transporte y la industria.
El Dr. Abu-Ahmed señaló: «Nuestro análisis revela marcadas variaciones regionales en los impactos de la contaminación del aire en el desarrollo fetal. Esto subraya la necesidad de un enfoque localizado para monitorear y mitigar la contaminación del aire. Particularmente preocupantes son las fuertes correlaciones encontradas en estudios europeos , probablemente influenciado por condiciones ambientales y climáticas específicas».
La investigación indica una relación positiva entre los altos niveles de partículas PM2,5 durante el embarazo y una mayor probabilidad de que los bebés nazcan con bajo peso. El bajo peso al nacer es una preocupación crítica, ya que está relacionado con numerosas complicaciones de salud en el futuro, incluidas enfermedades cardíacas, diabetes y problemas de desarrollo.
Los investigadores subrayan la urgencia de establecer una base de datos nacional actualizada para monitorear eficazmente los efectos de la contaminación del aire en Israel. «Las discrepancias entre los estudios globales resaltan las complejidades de los riesgos para la salud ambiental y la necesidad crítica de investigaciones y políticas específicas», explicó el profesor Levine.
Este estudio forma parte de una iniciativa de investigación más amplia que se centra en las exposiciones ambientales y el crecimiento fetal. Los conocimientos de este estudio son fundamentales para reforzar la batalla contra la contaminación del aire y salvaguardar la salud pública, especialmente de los bebés y las mujeres embarazadas.
Las implicaciones del estudio apuntan a la necesidad de reevaluar las políticas de salud pública para priorizar el bienestar de las poblaciones más vulnerables, en particular las mujeres embarazadas y los niños.
El profesor Levine enfatizó además la responsabilidad social de adaptar prácticas más saludables y respetuosas con el medio ambiente: «Es imperativo que se intensifiquen las acciones tanto personales como gubernamentales para abordar este peligro para la salud. Medidas efectivas, incluidas regulaciones más estrictas para reducir las fuentes de emisiones, aplicando medidas ‘contaminantes’. El principio de paga y el compromiso político son esenciales para salvaguardar la salud pública de las generaciones actuales y futuras.»
Más información: Wiessam Abu Ahmad et al, Metanálisis de la exposición a partículas finas durante el embarazo y el peso al nacer: exploración de fuentes de heterogeneidad, Science of The Total Environment (2024). DOI: 10.1016/j.scitotenv.2024.173205