
El atávico impulso de procrear es necesario para la supervivencia y debe estar programado de antemano en nuestros cerebros. Ahora, unos científicos han descubierto una pista importante sobre las neuronas implicadas en esa programación.
Usando optogenética y técnicas avanzadas para escrutar el interior profundo del cerebro, el equipo de Garret D. Stuber y Jenna A. McHenry, de la Universidad de Carolina del Norte, en la ciudad estadounidense de Chapel Hill, halló que un pequeño grupo de neuronas sensibles a hormonas sexuales, situado en el hipotálamo del ratón está especializado en hacer que los individuos se den cuenta de la presencia de alguien del sexo opuesto y así desencadenar el proceso subyacente en la atracción sexual.
El mecanismo incluye un circuito en el cerebro sensible a hormonas que controla la motivación social en las hembras de ratón.
Estas neuronas esencialmente toman señales sensoriales y hormonales y las traducen en comportamiento social motivado.
Lo descubierto aporta información nueva y reveladora sobre el comportamiento social hacia el sexo opuesto en mamíferos, y podría ser también relevante en ciertas enfermedades mentales.
En el estudio, Stuber, McHenry y sus colaboradores examinaron la zona preóptica medial del cerebro (mPOA, por sus siglas en inglés). Esta masa de neuronas se halla dentro del hipotálamo, una estructura evolutivamente antigua situada a gran profundidad en el cerebro. Investigaciones anteriores mostraron que la zona preóptica medial es importante para el comportamiento social y reproductivo en todas las especies de vertebrados estudiadas, desde peces a humanos, pero no estaba claro si esta región controla la motivación social a través de conexiones de circuitos con los sistemas de recompensa en el cerebro. Los resultados de la nueva investigación demuestran que sí.
Estos científicos comprobaron que cuando las hembras de ratón eran expuestas al olor de la orina de los machos, pero no al olor de la orina de las hembras u otros olores, un gran subgrupo de ciertas neuronas de la zona preóptica medial aumentaba su actividad. Se constató además que estas neuronas respondieron más vivamente a la orina de macho de ratón cuando las hembras tenían niveles altos de estrógeno circulando, o una combinación de estrógeno/progesterona, que aparece antes de que estos animales se vuelvan fértiles.
Fuente: noticiasdelaciencia.com
Leer más
- Los efectos de la falta de sueño pueden contribuir a los problemas de alcohol en estudiantes universitarios
- El tratamiento de la hepatitis C no llega a algunas poblaciones en riesgo
- Descubriendo pistas conductuales sobre el maltrato infantil
- Los científicos proponen una nueva frontera en la ciencia de los alimentos: adaptar las dietas en función de la eficiencia digestiva según el género.
- Un estudio sugiere que la calidad del semen podría indicar problemas de salud más amplios para los hombres.