El estudio, publicado en The Journal of Climate Change and Health , revela niveles alarmantemente altos de ansiedad, depresión y desesperanza entre los adolescentes de una de las regiones más vulnerables del mundo al clima.
por Queen Mary, Universidad de Londres
Si bien el cambio climático suele enmarcarse como un problema ambiental, esta investigación destaca su profundo impacto en la salud mental, especialmente en países de ingresos bajos y medios. El estudio, realizado en colaboración con Trinity College Dublin, la Universidad Católica de Madagascar, University College London y CBM Global, subraya la urgente necesidad de integrar el apoyo a la salud mental en las iniciativas de adaptación climática.
El equipo de investigación, que incluye a Isabelle Mareschal de la Facultad de Ciencias Biológicas y del Comportamiento de la Universidad Queen Mary de Londres, descubrió que el cambio climático está afectando la salud mental de los adolescentes a través de tres vías clave: pérdida de recursos del hogar, incertidumbre sobre el futuro y el colapso de los mecanismos tradicionales de afrontamiento.
En el sur de Madagascar, donde las sequías y las tormentas de arena se han convertido en la norma, los jóvenes viven una lucha diaria por la supervivencia. El estudio encuestó a 83 adolescentes y organizó grupos de discusión con 48 participantes en seis aldeas rurales en marzo de 2024. Los hallazgos presentan un panorama desolador: el 90 % de los hogares se habían quedado sin alimentos durante el último año, y el 69 % de los adolescentes habían pasado un día entero sin comer.
Muchos participantes expresaron una profunda angustia por las dificultades de sus familias, y algunos presenciaron cómo miembros de la comunidad morían de hambre. Un adolescente compartió: «Murieron muchísimos… había muchos ancianos, pero murieron por la desnutrición». Otro simplemente afirmó: «No hay agua y cuando el sol quema, sufrimos».
Isabelle Mareschal, de la Universidad Queen Mary de Londres, enfatizó la vulnerabilidad de los jóvenes en los países en desarrollo: «Los jóvenes de estos países son particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Esta investigación revela que también debemos considerar cómo el cambio climático impacta su salud mental. Esperamos que estos hallazgos puedan ayudar a fundamentar intervenciones para mejorar los resultados en salud mental, con especial atención a los jóvenes de países de ingresos bajos y medios ».
La autora principal del estudio, la Dra. Kristin Hadfield, del Trinity College de Dublín, añadió: «Los jóvenes del sur de Madagascar son los pioneros involuntarios del impacto del cambio climático. Pueden aportar información importante sobre cómo el cambio climático afecta la salud mental de los adolescentes. Esta investigación deja claro que el cambio climático no es solo un problema ambiental, sino también un problema de salud mental».
La investigación también destaca el impacto del cambio climático en la educación y la estabilidad comunitaria. Con la pérdida de cosechas y la escasez de agua , muchos adolescentes se ven obligados a abandonar sus hogares para sobrevivir, mientras que quienes se quedan enfrentan el hambre, la interrupción de su educación y una profunda desesperación.
La Dra. Nambinina Rasolomalala, de la Universidad Católica de Madagascar, describió la situación crudamente: «Los adolescentes de Androy, en el sur de Madagascar, hablan de hambruna, miedo y un futuro robado por la sequía y las tormentas de arena».
Satry Ramaroson, director de CBM Global en Madagascar, se hizo eco de estas preocupaciones y señaló: «El cambio climático está causando sufrimiento a niños, niñas y adolescentes en el sur de Madagascar. Las sequías recurrentes agravan las crisis alimentarias y la pérdida de esperanza, y los adolescentes con discapacidad se encuentran entre los más afectados».
Más información: Kristin Hadfield et al., «No hay esperanza; solo viento fuerte»: Cómo el cambio climático impacta la salud mental de los adolescentes en el sur de Madagascar, The Journal of Climate Change and Health (2025). DOI: 10.1016/j.joclim.2025.100438
