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¿Pueden los dulces ser adictivos? La primera herramienta validada busca medir el comportamiento.


¿Por qué es tan difícil conformarse con una sola galleta? Para muchas personas, los dulces como el chocolate, la repostería y los caramelos no son solo un capricho: son una fuente de antojo, culpa y conflicto emocional. Un estudio piloto recién publicado presenta la Escala de Adicción a los Dulces de la Fundación FitMIND (FFSAS), la primera herramienta validada y desarrollada específicamente para medir comportamientos similares a la adicción relacionados con los dulces.


por Joanna Michalina Jurek


La investigación sugiere que la adicción a los dulces no se debe simplemente a la falta de voluntad. Más bien, refleja un patrón de comportamiento caracterizado por antojos, angustia emocional y pérdida de control, síntomas sorprendentemente similares a la adicción a sustancias. Este estudio piloto , publicado en Nutrients , ofrece el primer paso para reconocer, cuantificar y, finalmente, abordar esta dimensión olvidada de los hábitos alimentarios modernos.

Por qué necesitamos herramientas de diagnóstico para reconocer conductas adictivas en torno a los dulces

Con la incorporación de los alimentos ultraprocesados ​​(UPF) a la dieta mundial, el consumo de azúcar ha alcanzado niveles sin precedentes. Si bien existen escalas generales de adicción a la comida, ninguna se centra exclusivamente en los dulces, a pesar de la creciente evidencia de que los alimentos azucarados pueden estimular de forma única el sistema de recompensa del cerebro, promoviendo patrones similares a la dependencia.

Reconociendo esta brecha, investigadores de la Fundación FitMIND adaptaron la Escala de Adicción a la Comida de Yale 2.0 (YFAS 2.0), ampliamente utilizada, para centrarse exclusivamente en los alimentos dulces. El objetivo era crear una herramienta con relevancia cultural y sólida desde el punto de vista psicométrico que pudiera evaluar cómo las personas interactúan con los dulces, no solo en términos de la cantidad consumida, sino también de las dimensiones emocionales y psicológicas de dicha relación.

Cómo se desarrolló y probó la escala

La FFSAS sigue el mismo marco diagnóstico que la YFAS 2.0, asociando los síntomas de adicción con los criterios del DSM-5 a las conductas específicas relacionadas con los dulces. Un total de 344 adultos polacos participaron en el estudio en línea, proporcionando datos sobre su consumo de dulces, su índice de masa corporal (IMC) y sus sentimientos de culpa, remordimiento o antojos declarados.

Antes de su lanzamiento al público, la escala fue revisada por 11 expertos en psicología, psiquiatría y dietética clínica. Cada ítem fue evaluado en cuanto a claridad, pertinencia cultural y validez científica. Si bien algunas preguntas se marcaron para su posterior refinamiento, la escala, en general, demostró una alta consistencia interna (α de Cronbach = 0,85) y una estructura de tres factores que abarca los aspectos conductuales, emocionales y cognitivos de la adicción a los dulces.

Principales conclusiones del estudio piloto

Los resultados mostraron que el 62 % de los participantes se autoidentificaron como adictos a los dulces, mientras que el 53 % lo había admitido a otras personas o a sí mismos. Casi un tercio de los encuestados consumía dulces varias veces al día. Las puntuaciones altas en la FFSAS se asociaron significativamente con antojos frecuentes, intentos fallidos de reducir el consumo y emociones negativas intensas como la culpa y la vergüenza.

Cabe destacar que las respuestas emocionales , no solo la frecuencia de consumo, fueron indicadores clave de la gravedad de la adicción. Entre quienes se clasificaron con una adicción «severa» a los dulces, los sentimientos de remordimiento o vergüenza se presentaron a diario o incluso varias veces al día. Esta población también reportó haber contemplado con frecuencia la restricción o haber prometido reducir el consumo de dulces «a partir del lunes», un patrón común en los ciclos de adicción.

Estos hallazgos respaldan la validez de la escala para captar las dimensiones conductuales y emocionales del consumo problemático de azúcar.

En Polonia, y en muchos otros países, el consumo promedio de azúcar supera con creces los niveles recomendados. El consumo excesivo de dulces se ha relacionado con diversas consecuencias metabólicas y neurológicas, como la obesidad, la diabetes tipo 2, la enfermedad del hígado graso, la inestabilidad del estado de ánimo e incluso el deterioro cognitivo.

Lo que distingue a este estudio es su capacidad para detectar el malestar emocional asociado al consumo de dulces, que a menudo pasa desapercibido en las evaluaciones nutricionales clínicas. Estos hallazgos tienen implicaciones no solo para el tratamiento de la obesidad, sino también para la salud mental , la asesoría conductual y la planificación dietética personalizada.

Próximos pasos para la investigación y el uso clínico

Si bien la FFSAS muestra un gran potencial, reconocemos que se trata de un estudio piloto. Se están realizando validaciones a mayor escala para evaluar la fiabilidad de la herramienta en poblaciones más diversas, incluyendo hombres, adultos jóvenes y personas con trastornos de la alimentación diagnosticados. Nuestro equipo también planea desarrollar una versión abreviada de la escala para un uso más rápido en clínicas y escuelas.

Una vez perfeccionado, el FFSAS podría integrarse en herramientas de salud digital, iniciativas de detección temprana o intervenciones dietéticas nacionales, especialmente para grupos con alto riesgo de enfermedades relacionadas con la dieta o patrones alimentarios desordenados.

Qué hacer si le preocupan sus hábitos alimentarios en torno a los dulces

Para quienes sospechan que pueden tener una relación problemática con los alimentos dulces, este estudio ofrece más que solo estadísticas: señala medidas prácticas que pueden ayudar:

  • Empieza a registrar tus hábitos. ¿Con qué frecuencia comes dulces? ¿Te sientes culpable después? ¿Intentas reducir el consumo, pero te resulta difícil?
  • Presta atención a las emociones. La adicción a los dulces suele estar impulsada por desencadenantes emocionales: estrés, aburrimiento, tristeza. Identificar el contexto emocional puede ayudar a descubrir las causas profundas.
  • Evita pensar en todo o nada. En lugar de prometer «dejar el azúcar para siempre», busca cambios pequeños y sostenibles, como reducir las porciones o elegir alimentos naturalmente dulces.
  • Crea entornos de apoyo. Mantén los dulces fuera de la vista, prepara refrigerios más saludables y comparte tus objetivos con amigos y familiares.
  • Considere buscar ayuda. Si los dulces interfieren con su vida diaria o bienestar mental, consulte con un dietista, psicólogo o médico de cabecera. Herramientas como la FFSAS podrían estar disponibles próximamente para orientar una atención más personalizada.

El futuro es brillante

Este estudio piloto ofrece una oportuna llamada de atención: la adicción a los dulces no es solo una broma ni un defecto de carácter; es un fenómeno real y medible que merece atención seria. Y con herramientas como el FFSAS, la ciencia finalmente se está poniendo al día con lo que muchas personas saben desde hace tiempo, pero les cuesta articular: a veces, el azúcar no es tan dulce después de todo.

Esta historia forma parte del Diálogo Science X , donde los investigadores pueden informar sobre los hallazgos de sus artículos de investigación publicados. Visite esta página para obtener información sobre el Diálogo Science X y cómo participar.

Más información: Mikołaj Choroszyński et al., Desarrollo y validación de las propiedades psicométricas de la Escala de Adicción a los Dulces de la Fundación FitMIND: Un estudio piloto, Nutrients (2025). DOI: 10.3390/nu17121985