
Los seres humanos presentan marcadas diferencias en hábitos, estilos de vida y tendencias de comportamiento. Una de estas diferencias, conocida como cronotipo, es la tendencia a dormir y despertarse temprano o, alternativamente, a dormir y despertarse tarde.
Por Ingrid Fadelli, Medical Xpress
Los cambios sociales, como la introducción de dispositivos portátiles y servicios de transmisión de video, también pueden haber influido en los patrones de comportamiento de las personas, ofreciéndoles más distracciones que podrían ocupar sus tardes o noches largas. Sin embargo, estudios anteriores han demostrado que acostarse y despertarse tarde suele estar relacionado con un mayor riesgo de ser diagnosticado con trastornos de salud mental , como depresión y ansiedad , así como con una peor salud física.
Comprender las bases neurobiológicas de los cronotipos humanos, así como las posibles implicaciones de ser una persona madrugadora o noctámbula, podría ser beneficioso. En concreto, podría orientar el desarrollo de intervenciones en el estilo de vida o tratamientos médicos diseñados para promover patrones de sueño saludables.
Investigadores de la Universidad McGill, el Instituto de Inteligencia Artificial Mila-Quebec y otros institutos realizaron recientemente un estudio que explora las bases neurobiológicas de la tendencia natural de las personas a ser más activas en momentos específicos del día. Sus hallazgos, publicados en Nature Human Behavior , revelan asociaciones entre el cronotipo y tendencias específicas en la estructura cerebral, así como con el procesamiento de recompensas y la regulación de las emociones.
«Como manifestación explícita de los ritmos circadianos, el cronotipo está estrechamente relacionado con la salud física y mental», escribieron Le Zhou, Karin Saltoun y sus colegas en su artículo. «Las personas nocturnas suelen exhibir hábitos de vida menos saludables, son más propensas a los trastornos del estado de ánimo y tienen una peor condición física que quienes se levantan temprano. Si bien las diferencias individuales en el cronotipo tienen consecuencias diversas, sus fundamentos neurobiológicos siguen siendo difíciles de determinar».

El objetivo principal de este reciente estudio realizado por Zhou, Saltoun y sus colegas fue explorar la relación entre el cronotipo y diversos fenotipos (es decir, características o rasgos que surgen de la interacción entre los genes de una persona y su entorno). Además, se buscó determinar si los cerebros de las personas madrugadoras y las noctámbulas presentan diferencias.
Para alcanzar estos objetivos, los investigadores analizaron datos de una de las mayores bases de datos biomédicas recopiladas hasta la fecha, el Biobanco del Reino Unido. Sus análisis se centraron en el cronotipo de los individuos incluidos, así como en imágenes que capturan sus cerebros y diversos fenotipos.
«Realizamos un análisis de aprendizaje de patrones con tres modalidades de imágenes cerebrales (volumen de materia gris, integridad de la materia blanca y conectividad funcional) y aprovechamos 976 fenotipos en 27.030 participantes del Biobanco del Reino Unido», escribieron los investigadores. «El análisis multinivel resultante revela convergencia en los ganglios basales, el sistema límbico, el hipocampo y el cerebelo. El patrón derivado del modelado de datos de actigrafía sobre el movimiento diario resaltó aún más estas características cerebrales clave».
Cabe destacar que este estudio constituye una de las exploraciones más exhaustivas de la neurobiología de los cronotipos realizadas hasta la fecha. Los hallazgos obtenidos sugieren que el cronotipo está profundamente arraigado en la biología del cerebro, a la vez que confirman su conexión con los rasgos únicos de las personas, el aprendizaje, la regulación emocional y los patrones de comportamiento.
Este trabajo reciente podría pronto inspirar futuras investigaciones destinadas a explorar más a fondo las diferencias neurobiológicas entre las personas madrugadoras y las noctámbulas. Con el tiempo, también podría contribuir al desarrollo de intervenciones específicas para tratar afecciones de salud mental o mejorar el estilo de vida de las personas, que también tienen en cuenta factores relacionados con el cronotipo.
Más información: Le Zhou et al., Un estudio poblacional multimodal revela las bases neurobiológicas del cronotipo, Nature Human Behaviour (2025). DOI: 10.1038/s41562-025-02182-w . www.nature.com/articles/s41562-025-02182-w
Leyenda: Los cronotipos están especialmente vinculados a los ganglios basales, el sistema límbico y el vermis del cerebelo. Crédito: Nature Human Behaviour (2025). DOI: 10.1038/s41562-025-02182-w
