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El uso selectivo de esteroides podría ofrecer un tratamiento complementario universal para combatir la tuberculosis


La tuberculosis ( TB ) sigue siendo un importante problema de salud mundial, que afecta a más de 10 millones de personas al año en todo el mundo, y 1,25 millones mueren a causa de ella cada año. Si bien se utilizan esteroides como la dexametasona en ciertos casos de tuberculosis (p. ej., meningitis tuberculosa ), su impacto en las células inmunitarias no se comprende bien.


Por Ciara O’Shea, Trinity College de Dublín


Dado el renovado interés en el esteroide dexametasona como tratamiento dirigido al huésped durante la pandemia de COVID-19, el equipo del Trinity College Dublin, con sede en el Hospital St. James de Dublín, aporta evidencia de que el tratamiento con esteroides puede mejorar la función de los macrófagos para eliminar las micobacterias, a la vez que reduce las vías de daño inflamatorio. El estudio se publica en la revista Scientific Reports .

El objetivo del equipo era determinar si la dexametasona afecta la capacidad de los macrófagos para combatir la tuberculosis. Si bien los glucocorticoides pueden reactivar la tuberculosis, paradójicamente son las únicas terapias complementarias dirigidas al huésped recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para la tuberculosis. En ciertas circunstancias, se administran esteroides a los pacientes junto con antimicrobianos; sin embargo, los científicos no comprenden completamente el efecto de estos fármacos en el sistema inmunitario, especialmente en las células inmunitarias innatas como los macrófagos.

Los investigadores estudiaron células inmunitarias llamadas macrófagos, derivadas de la sangre de voluntarios sanos o aisladas del líquido pulmonar donado por pacientes sometidos a broncoscopias de rutina. Al tratar e infectar estos macrófagos en el laboratorio con Mtb, los científicos pudieron examinar y comprender cómo la dexametasona afecta la respuesta inmunitaria que protege los pulmones durante la infección.

Principales conclusiones del estudio

La dexametasona, un potente glucocorticoide, reduce la glucólisis en macrófagos humanos de pulmón y sangre. Esto reduce la cantidad de energía disponible en la célula. La dexametasona también redujo la producción de citocinas proinflamatorias y antiinflamatorias medidas en el estudio: IL-1β, TNF, IL-6, IL-8 e IL-10. Si bien es beneficioso para la inmunidad, limitar la producción también puede limitar el daño causado por la inflamación excesiva .

Los macrófagos infectados con Mtb presentaron una mayor supervivencia al ser tratados con dexametasona. Esto sugiere que la dexametasona podría proteger a los macrófagos de la muerte causada por los efectos nocivos de la infección o por respuestas inmunitarias perjudiciales a la misma.

La dexametasona también reduce la carga bacteriana en los macrófagos infectados, y el equipo identificó que esto está mediado, al menos en parte, por la autofagia y la acidificación fagosómica. La dexametasona puede mejorar la capacidad de los macrófagos para degradar y eliminar bacterias, lo que ayuda a superar la infección por Mtb.

Este estudio identifica que los macrófagos de diferentes orígenes presentan respuestas diferenciales a los glucocorticoides. Esto pone de relieve que el origen tisular puede influir en la reacción de los macrófagos a los fármacos, lo cual puede ser importante para la selección de estrategias de tratamiento. Este es uno de los primeros estudios que demuestra que la dexametasona puede reducir la inflamación, a la vez que preserva o potencia la función antimicrobiana en macrófagos pulmonares humanos primarios infectados con Mtb.

¿Cómo podría esta investigación cambiar la vida de un paciente?

Los hallazgos respaldan el uso de esteroides como terapia complementaria a las terapias antimicrobianas existentes en el tratamiento de la tuberculosis, especialmente en casos de inflamación excesiva. Los esteroides también podrían ser útiles junto con los antimicrobianos en la terapia preventiva de la tuberculosis, para reducir la progresión de la infección tuberculosa latente a la enfermedad tuberculosa activa. Este estudio abre nuevas vías para terapias con esteroides dirigidas a los macrófagos que equilibren el control de la inflamación con la defensa antimicrobiana.

Por ahora, los investigadores esperan que este estudio acelere la recuperación de los pacientes con tuberculosis que experimentan síntomas debilitantes, a menudo durante meses después de iniciar la terapia existente.

El Dr. Donal Cox, investigador principal de Medicina Clínica del Trinity College de Dublín, afirmó: «Nuestro estudio demuestra que la dexametasona, conocida por reducir la inflamación, también puede ayudar a los macrófagos a combatir la tuberculosis con mayor eficacia. Esto desmiente la suposición de que los esteroides siempre suprimen la inmunidad y abre la puerta a terapias complementarias más inteligentes y específicas que equilibran el control de la inflamación con la defensa antimicrobiana».

El profesor Joseph Keane, profesor de medicina del Trinity College de Dublín y médico especialista en neumología del Hospital St. James, afirmó: «En la práctica clínica, los esteroides son el tratamiento complementario menos utilizado para la tuberculosis. A menudo recurrimos a ellos para controlar la inflamación en la tuberculosis, especialmente en formas graves como la meningitis tuberculosa».

Lo tranquilizador de este estudio es que la dexametasona no solo atenúa la inflamación, sino que también parece reforzar la capacidad de los macrófagos para controlar la infección. Este estudio aporta nueva evidencia que nos ayuda a redefinir el uso de esteroides en el tratamiento de la tuberculosis, abordando la inflamación sin comprometer la defensa antimicrobiana.

El desarrollo de terapias con esteroides dirigidas específicamente a los macrófagos pulmonares mediante mecanismos como las nanopartículas inhaladas podría ser una opción para traducir esto en una mejor terapia. El equipo también busca identificar cómo los esteroides alteraron diferentes vías metabólicas en los macrófagos pulmonares humanos y no en los macrófagos derivados de la sangre, para poder aprovechar esto y mejorar las terapias con esteroides en el futuro.

Más información: Lorraine Thong et al., La dexametasona inhibe la glucólisis inducida por Mycobacterium tuberculosis, pero preserva la función antimicrobiana en macrófagos humanos primarios, Scientific Reports (2025). DOI: 10.1038/s41598-025-20188-2