
Investigadores de la Universidad McMaster han revelado un nuevo vínculo entre la grasa corporal (tejido adiposo) y la ansiedad, arrojando luz sobre la compleja relación entre el metabolismo y la salud mental.
Los hallazgos, publicados en Nature Metabolism el 15 de abril de 2025, son particularmente relevantes dadas las crecientes tasas de ansiedad y obesidad, y destacan la importancia de comprender los procesos biológicos subyacentes.
«Comprender el vínculo entre el tejido adiposo y la ansiedad abre nuevas vías para la investigación y posibles tratamientos», afirma Gregory Steinberg, autor principal del artículo y profesor del Departamento de Medicina de McMaster.
«Nuestros hallazgos resaltan la compleja interacción entre el metabolismo y la salud mental , y esperamos que esto conduzca a mejores resultados para las personas que sufren de ansiedad», dice Steinberg, titular de la Cátedra de Investigación de Canadá en Metabolismo y Obesidad y codirector del Centro de Investigación sobre Metabolismo, Obesidad y Diabetes en McMaster.
El equipo de investigación descubrió que el estrés psicológico , que desencadena la respuesta de lucha o huida, inicia un proceso llamado lipólisis en las células grasas. Este proceso provoca la liberación de grasas, lo que a su vez estimula la liberación de una hormona llamada GDF15 por parte de las células inmunitarias presentes en el tejido adiposo. La GDF15 se comunica entonces con el cerebro, lo que provoca ansiedad.
Los investigadores llegaron a esta conclusión mediante una serie de experimentos meticulosamente diseñados con ratones. Las pruebas de comportamiento evaluaron el comportamiento similar a la ansiedad, y los análisis moleculares identificaron las vías activadas. Se estableció una clara conexión entre los cambios metabólicos en el tejido adiposo y la ansiedad, lo que ofrece nuevos conocimientos sobre la interacción entre el metabolismo y la salud mental.
«Estos hallazgos abren posibilidades apasionantes para desarrollar nuevos tratamientos para la ansiedad centrándose en las vías metabólicas «, dice Logan Townsend, primer autor del artículo y becario postdoctoral en McMaster.
Al comprender cómo los cambios inducidos por el estrés en las células grasas pueden influir en la ansiedad, podemos explorar estrategias terapéuticas innovadoras dirigidas a estos procesos metabólicos, lo que podría ofrecer un alivio más eficaz y específico a las personas que sufren trastornos de ansiedad. Varias empresas están desarrollando bloqueadores de GDF15 para el tratamiento del cáncer, por lo que es posible que también se utilicen para la ansiedad, afirma Townsend.
Más información: Logan K. Townsend et al., GDF15 vincula la lipólisis del tejido adiposo con la ansiedad, Nature Metabolism (2025). DOI: 10.1038/s42255-025-01264-3
