
Investigadores dirigidos por la Universidad Complutense de Madrid informan que comer más temprano en el día reduce el aumento de peso que normalmente predice una puntuación genética alta de obesidad.
por Justin Jackson , Phys.org
El horario de las comidas ha llamado la atención por sus efectos asociados en el metabolismo, el gasto energético y la alineación circadiana. El Zeitgeber, un fenómeno corporal rítmico que actúa como señal en la regulación de los ritmos circadianos del cuerpo , también puede sincronizar tejidos metabólicos como el hígado, el páncreas y el tejido adiposo .
Los cambios en los horarios de las comidas pueden alterar el zeitgeber, lo que produce un cambio en la sincronización molecular de las señales del reloj circadiano y, en consecuencia, en los ritmos de la función metabólica.
Los osciladores periféricos en órganos y tejidos metabólicos sensibles a la sincronización de los alimentos pueden desincronizarse con el reloj central, que es muy sensible a la luz ambiental. Se plantea la hipótesis de que este desajuste circadiano interno podría contribuir a rasgos cardiometabólicos adversos y a la obesidad .
En el estudio, «El horario de las comidas tempranas atenúa el alto riesgo poligénico de obesidad», publicado en Obesity , el equipo realizó análisis de regresión lineal para evaluar si el horario de las comidas interactúa con una puntuación poligénica de todo el genoma en el IMC y el mantenimiento de la pérdida de peso a largo plazo.
Participaron 1.195 adultos con sobrepeso u obesidad (edad media de 41 años, 80,8% mujeres) inscritos en seis clínicas de pérdida de peso en toda España a través del estudio Obesity, Nutrigenetics, Timing, and Mediterranean (ONTIME), que combinó un tratamiento de pérdida de peso conductual de 16 semanas con una evaluación del peso posterior al tratamiento alrededor de los 12 años (media de 12 ± 3 años).
Los investigadores calcularon una puntuación de riesgo poligénico para el IMC a partir de 900.492 polimorfismos de un solo nucleótido y evaluaron el horario de las comidas. El punto medio de la ingesta de comidas se calculó como el tiempo transcurrido entre la primera y la última comida del participante, ponderado entre días laborables y fines de semana. Los modelos de regresión lineal se ajustaron por edad, sexo, centro clínico y componentes principales de ascendencia.
Cada hora de retraso en el punto medio correspondió a un IMC basal 0,952 kg/m² mayor y a un aumento del 2,2 % del peso corporal a los 12 años (± 3 años) después del tratamiento. En el tercil de mayor riesgo poligénico, el IMC aumentó aproximadamente 2,21 kg/m² por cada hora de retraso en la comida. No se observó asociación alguna en los grupos de menor riesgo.
Los autores concluyen que el horario de las comidas está asociado con el mantenimiento de la pérdida de peso y modera el riesgo genético, lo que sugiere que comer temprano podría formar parte de intervenciones personalizadas contra la obesidad.
Más información: R De la Peña‐Armada et al., El horario de comidas temprano atenúa el alto riesgo poligénico de obesidad, Obesity (2025). DOI: 10.1002/oby.24319
Divya Joshi et al., El momento oportuno importa: Comer temprano mitiga la susceptibilidad genética a la obesidad, Obesidad (2025). DOI: 10.1002/oby.24350
