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El impacto del sedentarismo en la salud: una epidemia silenciosa


Pasar demasiadas horas sentado aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y depresión, incluso en personas jóvenes


Redacción Mundo de la Salud


El sedentarismo como nuevo enemigo de la salud pública

El estilo de vida moderno, marcado por largas jornadas frente a pantallas, transporte motorizado y menor actividad física cotidiana, ha convertido al sedentarismo en una de las principales amenazas para la salud del siglo XXI.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que más del 25 % de los adultos en el mundo no realizan suficiente actividad física, lo que incrementa el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas y muerte prematura.

Consecuencias físicas del sedentarismo prolongado

El cuerpo humano está diseñado para moverse. La inactividad prolongada genera alteraciones que afectan múltiples sistemas:

  • Disminución del gasto energético y aumento de peso.
  • Resistencia a la insulina y mayor riesgo de diabetes tipo 2.
  • Alteraciones en la presión arterial y la circulación sanguínea.
  • Pérdida de masa muscular y densidad ósea.

Incluso quienes realizan ejercicio de manera ocasional pueden ver reducidos sus beneficios si pasan la mayor parte del día sentados.

Impacto psicológico y social

El sedentarismo no solo afecta al cuerpo, también al bienestar mental. Diversos estudios relacionan la falta de movimiento con mayores niveles de ansiedad, depresión y disminución de la autoestima.

Además, la inactividad prolongada reduce la socialización, lo que intensifica sentimientos de aislamiento, especialmente en adolescentes y adultos mayores.

Estrategias para combatir la inactividad

Expertos en salud recomiendan medidas simples que pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida:

  • Caminar al menos 30 minutos diarios.
  • Realizar pausas activas cada hora durante el trabajo.
  • Priorizar escaleras sobre ascensores y transporte activo sobre vehículos.
  • Integrar actividades recreativas en grupo, como bailar o practicar deportes.

Hacia una cultura del movimiento

El desafío no solo recae en las personas, sino también en políticas públicas que promuevan entornos más activos: ciudades caminables, espacios deportivos accesibles y campañas educativas que motiven a la población a moverse más.

Combatir el sedentarismo es clave para frenar la epidemia de enfermedades crónicas y mejorar la salud global de las sociedades.

Referencias

  • Organización Mundial de la Salud (OMS, 2023). Physical inactivity: A global health problem.
  • The Lancet (2024). Global burden of disease attributable to sedentary behavior.
  • National Institutes of Health (NIH, 2024). Sedentary lifestyle and health outcomes.