martes, octubre 28Una producción de Corporación Medios Digitales del Sur

El microbioma y su implicación en el cáncer de páncreas: avances científicos de 2025


El cáncer de páncreas continúa siendo uno de los tumores más letales, con una tasa de supervivencia a cinco años inferior al 12 %. Su diagnóstico tardío y su resistencia a los tratamientos lo convierten en uno de los mayores desafíos de la oncología moderna. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado un actor inesperado en su desarrollo y progresión: el microbioma, el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo y que, según nuevos estudios, influyen de forma directa en la biología tumoral pancreática.


Redacción Mundo de la Salud


Un trabajo publicado en 2025 en Nature Cancer por un consorcio internacional de investigadores de Estados Unidos, Alemania y Japón identificó una firma microbiana específica en el tejido pancreático de pacientes con adenocarcinoma ductal. Se encontraron concentraciones elevadas de bacterias del género Fusobacterium y Enterococcus, acompañadas por una reducción significativa de Lactobacillus y Bifidobacterium. Estas alteraciones no solo se asocian con una mayor inflamación local, sino también con una menor respuesta a la quimioterapia basada en gemcitabina.

Los científicos observaron que las bacterias tumorales pueden inactivar directamente los fármacos quimioterapéuticos mediante enzimas que degradan su estructura activa, lo que explicaría por qué algunos pacientes no responden adecuadamente al tratamiento pese a recibir las mismas dosis. Este descubrimiento ha impulsado el desarrollo de estrategias de modulación del microbioma para mejorar la eficacia terapéutica.

En 2025, el Hospital Mount Sinai de Nueva York inició un ensayo clínico que combina antibióticos dirigidos y probióticos personalizados en pacientes con cáncer pancreático avanzado. Los resultados preliminares son alentadores: los participantes que recibieron la terapia combinada presentaron un aumento del 35 % en la supervivencia libre de progresión y una mejor tolerancia a la quimioterapia. Aunque los expertos advierten que se trata de resultados iniciales, la posibilidad de manipular el microbioma tumoral abre una nueva frontera en el tratamiento oncológico.

Otra línea de investigación prometedora explora la comunicación entre el intestino y el páncreas a través del llamado eje intestino-páncreas. Estudios realizados por la Universidad de Copenhague demostraron que las disbiosis intestinales —alteraciones en la flora bacteriana— provocan una respuesta inflamatoria sistémica que puede favorecer el desarrollo de lesiones preneoplásicas en el páncreas. En modelos animales, la restauración del equilibrio bacteriano mediante trasplante fecal redujo la incidencia tumoral en más de un 50 %.

Los investigadores también están utilizando el microbioma como herramienta diagnóstica. Equipos de la Universidad de California en San Diego desarrollaron una prueba de sangre basada en fragmentos de ADN bacteriano circulante que permite detectar cambios microbianos asociados al cáncer pancreático en fases tempranas. Este análisis no invasivo mostró una sensibilidad del 83 % y una especificidad del 90 %, superando a los métodos convencionales basados en marcadores tumorales como el CA 19-9.

En paralelo, los avances en metagenómica y bioinformática han permitido caracterizar con precisión las interacciones entre bacterias y células tumorales. Se ha descubierto que ciertos microorganismos modulan el microambiente inmunitario del páncreas, inhibiendo la acción de linfocitos T y promoviendo un entorno favorable al crecimiento tumoral. La comprensión de estos mecanismos podría conducir al desarrollo de terapias inmunomoduladoras más efectivas.

La comunidad científica coincide en que el microbioma se ha convertido en una pieza central del rompecabezas pancreático. Lejos de ser un mero espectador, parece actuar como un modulador activo del desarrollo tumoral, de la respuesta a los tratamientos y del pronóstico clínico. Los nuevos hallazgos de 2025 apuntan a una medicina más precisa y personalizada, donde comprender las bacterias que habitan el cuerpo humano puede ser tan importante como analizar los genes del propio tumor.

Referencias

  • Thomas R. et al. (2025). Microbiome signatures in pancreatic ductal adenocarcinoma and therapeutic implications. Nature Cancer.
  • Hospital Mount Sinai (2025). Clinical trial on targeted microbiome modulation in pancreatic cancer (MICROPANC Study).
  • Kristensen L. et al. (2025). Gut-pancreas axis and microbial dysbiosis in pancreatic carcinogenesis. Gastroenterology.
  • Lee S. et al. (2025). Circulating bacterial DNA as an early biomarker for pancreatic cancer detection. JAMA Oncology.
  • Organización Mundial de la Salud (2024). Global Cancer Research Outlook: Microbiome and Cancer Interaction.