
Un estudio en el que participa el Centro de Investigación del Cáncer, centro mixto CSIC-USAL, identifican la duración total del ciclo celular como un factor determinante que distingue a las células propensas a desarrollar cáncer de aquellas sanas
CSIC Castilla y León/DICYT Durante años, la investigación oncológica se ha centrado en los llamados «hallmarks» o características del cáncer: resistencia a la muerte celular (apoptosis), evasión de la eliminación por el sistema inmune o proliferación descontrolada, entre otros. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que muchas células humanas portan mutaciones oncogénicas sin llegar a transformarse en cancerosas. El misterio de este “escape” ha intrigado a la comunidad científica, que trata de comprender por qué unas células mutadas forman tumores y otras, portando las mismas alteraciones, no. El equipo investigador del estudio “Cell cycle duration determines oncogenic transformation capacity”, publicado en la revista Nature y en el que ha colaborado activamente David Santamaría del CIC, ha analizado diversos modelos animales de cáncer para abordar esta pregunta.
El estudio revela que la clave está en el tiempo que tarda una célula en completar su ciclo de división. Las células con un ciclo celular más corto son significativamente más susceptibles a transformarse en cancerosas, mientras que aquellas con ciclos más largos resisten la transformación, incluso en presencia de las mismas alteraciones genéticas.
Por ejemplo, en modelos de retinoblastoma (un cáncer ocular infantil), las células de origen tumoral presentaban un ciclo celular de solo 26 horas, frente a las más de 77 horas de las células resistentes del mismo tejido. Manipulaciones genéticas que aumentaban la duración total del ciclo celular lograban bloquear la aparición de tumores, sin alterar otras características clásicas del cáncer como la apoptosis, senescencia o la respuesta inmune. Este patrón se repitió en otros modelos: en el cáncer de pulmón o de pituitaria.
Un hallazgo transversal y aplicable a múltiples tipos de cáncer
La relación entre un ciclo celular corto y la propensión al cáncer se mantuvo constante independientemente del tipo tumoral estudiado, de la mutación oncogénica introducida o del momento de la iniciación del proceso tumoral. Así, la duración del ciclo celular se consolida como un marcador universal de susceptibilidad a la transformación cancerosa dentro de un mismo contexto biológico.
“Nuestros resultados explican por qué la mayoría de las células con mutaciones cancerígenas nunca llegan a formar tumores. El ciclo celular actúa como un verdadero ‘filtro’ biológico”, destaca David Santamaría, del Centro de Investigación del Cáncer.
Implicaciones para la prevención y el tratamiento
Este descubrimiento abre nuevas perspectivas en la prevención del cáncer. Si se logra modular farmacológicamente la duración total del ciclo celular de células “iniciadas” -aquellas con mutaciones peligrosas, pero aún no transformadas- podría ser posible reducir la incidencia de tumores en poblaciones de alto riesgo, como portadores de mutaciones hereditarias o fumadores.
Además, el hallazgo sugiere que las terapias dirigidas a prolongar el ciclo celular podrían bloquear la transformación maligna sin afectar a la mayoría de las células sanas, minimizando efectos secundarios.
Esta investigación redefine la comprensión de la resistencia natural al cáncer y sugiere que la duración del ciclo celular es un factor clave, hasta ahora poco explorado, en la prevención de la enfermedad. Este avance posiciona al CIC como referente internacional en la investigación de los mecanismos de inicio tumoral y abre la puerta a nuevas estrategias de prevención y tratamiento personalizados.
Sobre Dr. David Santamaría
Doctorado por la Universidad Autónoma de Madrid en 1999, bajo la tutela del profesor Jorge B. Schwartzman, centrando su tesis en el estudio de las barreras de la horquilla de replicación. Ha desarrollado su carrera científica en centros de investigación de relevancia internacional: Wellcome/CRC Institute (Cambridge, Reino Unido, 1999-2003), Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO, 2003-2016) y el Instituto Europeo de Química y Biología (IECB, Burdeos, Francia, 2016-2018). Desde diciembre de 2021 es coordinador del programa de investigación del Centro de Investigación del Cáncer (CSIC-Universidad de Salamanca-FICUS), que integra a los grupos de investigación básica del centro, abordando cuestiones de biología molecular para comprender los mecanismos del cáncer.
Sobre el CIC- USAL
El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca es una institución líder en investigación biomédica en España, dedicada al estudio molecular y celular del cáncer. Como instituto mixto de investigación en los que participan el CSIC, la Universidad de Salamanca y la Fundación para la Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca, el Centro de Investigación del Cáncer combina excelencia científica con un compromiso firme hacia la innovación y el desarrollo tecnológico. Para la implementación de su estrategia científica, cuenta con ayudas de la Escalera de Excelencia de la Junta de Castilla y León, de los programas CSIC-MaX (del CSIC) y AECC-Centros (de la Fundación Científica de la AECC).
