El consumo de cannabis podría provocar un adelgazamiento de la corteza cerebral en los adolescentes, según un estudio reciente dirigido por Graciela Pineyro y Tomas Paus, investigadores del CHU Sainte-Justine y profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal. El trabajo se publica en The Journal of Neuroscience .
por la Universidad de Montreal
El estudio, fruto de un trabajo conjunto de dos laboratorios de investigación con enfoques complementarios, demuestra que el THC (o tetrahidrocannabinol, una sustancia activa del cannabis) provoca la contracción de la arborización dendrítica, la «red de antenas» de las neuronas, cuyo papel es fundamental para la comunicación entre ellas. Esto da lugar a la atrofia de ciertas regiones de la corteza cerebral, una mala noticia en una edad en la que el cerebro está madurando.
«Si tomamos la analogía del cerebro como un ordenador, las neuronas serían el procesador central, recibiendo toda la información vía las sinapsis a través de la red dendrítica», explica Paus, quien también es profesor de psiquiatría y neurociencia en la Universidad de Montreal.
«Por lo tanto, una disminución en la entrada de datos al procesador central por parte de las dendritas hace que sea más difícil para el cerebro aprender cosas nuevas, interactuar con personas, afrontar situaciones nuevas, etc. En otras palabras, hace que el cerebro sea más vulnerable a todo lo que puede suceder en la vida de una persona joven».
Un enfoque multinivel para comprender mejor el efecto en los humanos
Este proyecto se caracteriza por la complementariedad y la multiplicidad de niveles de los métodos empleados. «Al analizar imágenes por resonancia magnética (IRM) del cerebro de un grupo de adolescentes, ya habíamos demostrado que los jóvenes que consumían cannabis antes de los 16 años tenían una corteza cerebral más fina», explica Paus. «Sin embargo, este método de investigación no nos permite sacar conclusiones sobre la causalidad ni comprender realmente el efecto del THC sobre las células cerebrales».
Dadas las limitaciones de la resonancia magnética, la introducción del modelo de ratón por parte del equipo de Pineyro fue clave. «El modelo permitió demostrar que el THC modifica la expresión de ciertos genes que afectan la estructura y la función de las sinapsis y las dendritas», explica Pineyro, que también es profesor del Departamento de Farmacología y Fisiología de la Universidad de Montreal.
«El resultado es una atrofia de la arborescencia dendrítica que podría contribuir al adelgazamiento observado en ciertas regiones de la corteza».
Curiosamente, estos genes también se encontraron en humanos, en particular en las regiones corticales más delgadas de la cohorte de adolescentes que experimentaron con cannabis. Al combinar sus distintos métodos de investigación, los dos equipos pudieron determinar con un alto grado de certeza que los genes a los que se dirige el THC en el modelo de ratón también estaban asociados con el adelgazamiento cortical observado en los adolescentes.
El consumo de cannabis está aumentando entre los jóvenes norteamericanos y los productos comerciales de cannabis contienen concentraciones cada vez mayores de THC, por lo que es imperativo que mejoremos nuestra comprensión de cómo esta sustancia afecta la maduración cerebral y la cognición. Este exitoso estudio colaborativo, que involucra técnicas de vanguardia en biología celular y molecular , imágenes y análisis bioinformáticos, es un paso en la dirección correcta para el desarrollo de medidas efectivas de salud pública.
Más información: Xavier Navarri et al, Células y moléculas que sustentan las variaciones relacionadas con el cannabis en el grosor cortical durante la adolescencia, The Journal of Neuroscience (2024). DOI: 10.1523/JNEUROSCI.2256-23.2024