
La diabetes tipo 1 (DT1) es una enfermedad autoinmune que destruye las células beta pancreáticas productoras de insulina. En pediatría, el control estricto de la glucemia es vital para evitar complicaciones agudas y prevenir daños crónicos. Hoy, las tecnologías digitales abren un horizonte de tratamiento personalizado.
Redacción Mundo de la Salud
Fisiopatología y epidemiología
En la DT1, el sistema inmune ataca las células beta pancreáticas, provocando deficiencia absoluta de insulina. Esto genera hiperglucemia persistente y riesgo de cetoacidosis diabética.
- Afecta a más de 1,2 millones de niños y adolescentes en el mundo.
- Incidencia creciente en países desarrollados (efecto ambiental + predisposición genética).
Manifestaciones clínicas
- Poliuria, polidipsia y polifagia.
- Pérdida de peso rápida.
- Fatiga, visión borrosa.
- Complicaciones agudas: cetoacidosis (urgencia vital).
Diagnóstico
- Glucemia en ayunas >126 mg/dl.
- HbA1c ≥ 6,5%.
- Anticuerpos anti-GAD, anti-IA2, antiinsulina.
Manejo terapéutico
- Insulinoterapia intensiva: basal-bolo o infusión continua.
- Tecnología aplicada:
- Bombas de insulina con algoritmos automáticos.
- Monitores continuos de glucosa (MCG).
- Sistemas de circuito cerrado (páncreas artificial híbrido).
- Educación diabetológica: manejo de hipoglucemias, conteo de carbohidratos, ejercicio.
Retos en pediatría
- Variabilidad glucémica elevada.
- Riesgo de hipoglucemias nocturnas.
- Impacto psicológico en niños y familias.
Futuro
Los estudios de inmunoterapia temprana (anticuerpos anti-CD3, vacunas con insulina) buscan prevenir la progresión de la enfermedad en fases preclínicas.
