
Durante años se ha sospechado que los ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado azul, las nueces o el aceite de linaza, podrían desempeñar un papel protector frente al deterioro cognitivo. En 2025, un nuevo estudio internacional refuerza esta hipótesis y aporta una clave específica: los beneficios del omega-3 parecen ser especialmente notables en las mujeres, que son quienes presentan una mayor incidencia de enfermedad de Alzheimer en todo el mundo.
Redacción Mundo de la Salud
Un problema de género en la salud cerebral
La enfermedad de Alzheimer afecta a más de 55 millones de personas, y dos tercios de los casos corresponden a mujeres. Aunque parte de esta diferencia se debe a la mayor longevidad femenina, las investigaciones recientes apuntan a factores biológicos y metabólicos que influyen en la vulnerabilidad del cerebro ante la neurodegeneración.
Científicos de la Universidad de Stanford y el Karolinska Institutet de Suecia publicaron en Nature Aging una investigación basada en datos de más de 7 000 adultos mayores seguidos durante 10 años. Los análisis revelaron que las mujeres con niveles sanguíneos más altos de ácido docosahexaenoico (DHA) y ácido eicosapentaenoico (EPA) mostraban un riesgo 27 % menor de desarrollar Alzheimer, en comparación con aquellas con niveles bajos.
¿Por qué las mujeres responden mejor al omega-3?
El equipo de investigación encontró diferencias significativas en el transporte y la utilización cerebral de estos ácidos grasos. En las mujeres, los estrógenos potencian la actividad de proteínas transportadoras que facilitan la entrada de DHA al cerebro, lo que podría explicar una mayor eficacia neuroprotectora antes de la menopausia.
Además, los omega-3 modulan la expresión de genes asociados con la inflamación, la plasticidad neuronal y la eliminación de proteínas beta-amiloides, uno de los marcadores distintivos del Alzheimer. En modelos animales, una dieta rica en DHA logró reducir hasta un 40 % la acumulación de estas proteínas tóxicas.
Implicaciones para la prevención
El hallazgo tiene gran relevancia para las estrategias de prevención personalizada. Si bien los suplementos de omega-3 no sustituyen una dieta equilibrada, los resultados sugieren que mantener niveles adecuados de estos ácidos grasos puede retrasar la aparición de síntomas cognitivos, especialmente en mujeres mayores de 50 años.
Los investigadores subrayan que no todos los suplementos son iguales: los aceites derivados del pescado profundo o de microalgas tienen una mayor biodisponibilidad que los aceites refinados comunes. Asimismo, la sinergia con otros nutrientes —como la vitamina D y la colina— amplifica los beneficios neurológicos.
Nutrición y cerebro: una relación cada vez más clara
Los estudios sobre nutrición y salud cerebral han ganado fuerza en los últimos años. El llamado “enfoque dietético para la salud mental” destaca el papel de la dieta mediterránea, rica en pescados, frutas, verduras y grasas saludables, como una herramienta para reducir el riesgo de deterioro cognitivo. El omega-3, en particular, actúa sobre la fluidez de las membranas neuronales y mejora la comunicación entre sinapsis.
El estudio también recalca que los efectos protectores son acumulativos: mantener una dieta rica en omega-3 durante la vida adulta tiene un impacto mucho mayor que comenzar el consumo en edades avanzadas.
El nuevo cuerpo de evidencia abre la puerta a estrategias de prevención específicas por sexo y edad. En las mujeres, los ácidos grasos omega-3 podrían ser un aliado fundamental para preservar la salud cerebral y retrasar el avance del Alzheimer. Aumentar el consumo de pescado azul, nueces y semillas de lino, junto con una dieta equilibrada, es una medida sencilla, segura y de amplio beneficio.
Referencias
- Tan J. et al. (2025). Sex-specific associations of omega-3 fatty acids with Alzheimer’s disease incidence: findings from the Global Aging Cohort. Nature Aging.
- Karolinska Institutet (2025). Women derive stronger neuroprotective effects from omega-3 fatty acids, new research finds. Comunicado institucional.
- Organización Mundial de la Salud (2024). Demencia: panorama mundial y enfoques de prevención.
- Harvard T.H. Chan School of Public Health (2024). Omega-3 Fatty Acids and Brain Health.
