
Durante mucho tiempo, el tratamiento del cáncer se ha basado en tres pilares principales: cirugía, quimioterapia y radioterapia. Si bien estas estrategias han salvado millones de vidas, presentan limitaciones importantes: toxicidad, resistencia tumoral y recaídas frecuentes. En las últimas dos décadas, la investigación biomédica ha abierto un nuevo horizonte con la inmunoterapia, un enfoque que aprovecha el propio sistema inmunitario del paciente para reconocer y destruir células tumorales.
Redacción Mundo de la Salud
Principios de la inmunoterapia oncológica
El sistema inmunitario está diseñado para detectar células anormales y eliminarlas. Sin embargo, los tumores desarrollan mecanismos de evasión: expresan moléculas que inhiben la respuesta inmune, generan un microambiente inmunosupresor y reducen la visibilidad de sus antígenos.
La inmunoterapia busca revertir esta evasión tumoral y potenciar las defensas naturales del organismo. Existen diversas estrategias con resultados clínicos notables en distintos tipos de cáncer.
Tipos principales de inmunoterapia
- Inhibidores de puntos de control inmunitario (checkpoint inhibitors):
Bloquean proteínas como PD-1, PD-L1 o CTLA-4, que los tumores utilizan para “apagar” a los linfocitos T. Ejemplos: nivolumab, pembrolizumab. Han demostrado eficacia en melanoma, cáncer de pulmón y riñón. - Terapias con células CAR-T (Chimeric Antigen Receptor T-cells):
Consisten en modificar genéticamente linfocitos T del paciente para que reconozcan antígenos específicos del tumor. Han logrado remisiones completas en leucemias y linfomas refractarios. - Vacunas terapéuticas contra el cáncer:
No previenen la enfermedad, sino que estimulan al sistema inmunitario para atacar tumores ya existentes. Se investigan en cáncer de próstata, páncreas y glioblastoma. - Citoquinas y adyuvantes inmunológicos:
Sustancias como la interleucina-2 o el interferón alfa activan la respuesta inmune, aunque con efectos secundarios significativos.
Avances clínicos
- En 2018, James Allison y Tasuku Honjo recibieron el Premio Nobel de Medicina por descubrir las bases de los inhibidores de puntos de control inmunitario.
- En leucemia linfoblástica aguda, las terapias CAR-T han alcanzado tasas de remisión superiores al 80 % en pacientes resistentes a tratamientos convencionales.
- Ensayos clínicos combinan inmunoterapia con radioterapia o quimioterapia, buscando sinergias que potencien la eficacia.
Retos y limitaciones
- Resistencia tumoral: algunos pacientes no responden o desarrollan resistencia a la inmunoterapia.
- Efectos adversos: la activación del sistema inmune puede generar reacciones autoinmunes graves (colitis, hepatitis, neumonitis).
- Costos elevados: terapias como CAR-T pueden superar los 300.000 dólares por paciente, lo que limita su accesibilidad.
- Biomarcadores predictivos: aún se buscan marcadores fiables para seleccionar a los pacientes que más se beneficiarán.
El futuro de la inmunoterapia
La inmunoterapia no sustituirá por completo a la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia, pero sí está transformando el panorama oncológico. El futuro apunta a tratamientos combinados y personalizados, adaptados a las características moleculares de cada tumor y de cada paciente.
Con más investigación, reducción de costos y mejora en la seguridad, la inmunoterapia podría convertirse en el cuarto pilar del tratamiento del cáncer, aportando esperanza a millones de pacientes en todo el mundo.
Referencias
- Ribas, A., & Wolchok, J. D. (2018). Cancer immunotherapy using checkpoint blockade. Science, 359(6382), 1350–1355.
- June, C. H., et al. (2018). CAR T cell immunotherapy for human cancer. Science, 359(6382), 1361–1365.
- Farkona, S., et al. (2016). Cancer immunotherapy: the beginning of the end of cancer? BMC Medicine, 14(1), 73.
