
Imagine un futuro en el que el diagnóstico de infertilidad masculina intratable ya no sea el final del camino, porque la ciencia ha encontrado una forma de producir esperma humano a partir de tejido testicular diseñado en laboratorio.

Por Eoghan Cunnane
Puede que parezca ciencia ficción, pero estoy dirigiendo un equipo de investigadores de la Universidad de Limerick (UL) para hacer realidad la producción de esperma humano a partir de tejido testicular modificado en laboratorio. De tener éxito, esto podría redefinir el tratamiento de la fertilidad y brindar esperanza a millones de personas en todo el mundo afectadas por la infertilidad masculina .
¿Por qué ahora? Porque la salud reproductiva masculina está en declive, y las cifras son demasiado alarmantes como para ignorarlas .
Durante las últimas siete décadas, los recuentos de espermatozoides han disminuido drásticamente, mientras que afecciones como el cáncer testicular , los desequilibrios hormonales y las malformaciones genitales (que pueden tener un efecto en el recuento de espermatozoides) están en aumento.
Las causas precisas del deterioro de la salud reproductiva masculina aún se debaten . Si bien la genética puede influir, no se ha demostrado que un factor genético por sí solo afecte la fertilidad masculina a nivel poblacional. En cambio, gran parte de la atención se ha centrado en el medio ambiente , en particular en los disruptores endocrinos .
Estas sustancias químicas, que pueden interferir con la función hormonal, se encuentran en productos comunes como plásticos, pesticidas, cosméticos e incluso analgésicos. Cada vez hay más pruebas de que la exposición a estas sustancias en el útero puede aumentar el riesgo de cáncer testicular, reducir la calidad del esperma y provocar infertilidad masculina en etapas posteriores de la vida.
Para algunos hombres, los problemas de fertilidad son tratables : los cambios en el estilo de vida, la terapia hormonal o la cirugía para corregir obstrucciones en el tracto reproductivo pueden ayudar. Sin embargo, en una gran proporción, no existe una causa identificable .
Este tipo de infertilidad inexplicable, conocida como infertilidad idiopática , actualmente deja a los pacientes con una sola opción: la recuperación quirúrgica de espermatozoides (SSR).
La SSR consiste en la apertura quirúrgica de los testículos para buscar espermatozoides viables para su uso en técnicas de reproducción asistida como la FIV. Sin embargo, el éxito no está garantizado. En algunos casos, la probabilidad de encontrar un solo espermatozoide utilizable es de tan solo un 40 % .
Además de su impacto físico y emocional, la SSR impone la carga del tratamiento de fertilidad al sistema reproductivo de la pareja femenina, lo que significa que el cuerpo de la mujer suele ser el objetivo de medicamentos y procedimientos de fertilidad. Aborda escasamente los riesgos de salud subyacentes asociados con la infertilidad masculina, incluyendo mayores tasas de enfermedad y mortalidad precoz.
Y si la SSR falla, la única opción que queda es utilizar esperma de un donante, una decisión difícil y emotiva para muchas personas.
Raíz del problema
Para abordar la infertilidad masculina, los científicos necesitan llegar a la raíz del problema y desarrollar soluciones que restablezcan la fertilidad natural.
Por lo tanto, dadas las limitaciones éticas y biológicas de la experimentación directa con humanos, los investigadores han recurrido a modelos preclínicos para estudiar los testículos humanos. Estos incluyen tejido ex vivo (tejido humano o animal estudiado fuera del cuerpo), cultivos celulares in vitro (células testiculares humanas cultivadas en placas de laboratorio) y modelos animales (normalmente roedores o primates).
Sin embargo, la producción de esperma en humanos es muy diferente —y mucho menos eficiente— que en otros mamíferos, lo que hace que los modelos animales sean poco fiables . Para avanzar, los investigadores necesitan modelos preclínicos que imiten fielmente los testículos humanos y su capacidad para producir esperma.
Este sigue siendo uno de los mayores obstáculos científicos en este campo. Si bien los investigadores han logrado producir esperma en el laboratorio a partir de tejido testicular de ratón, nunca se ha logrado lo mismo en humanos.
Nuestra investigación busca superar este desafío combinando la biología con la ingeniería mecánica y la ciencia de los materiales. Comenzamos analizando muestras de tejido testicular humano de diversos donantes, lo que nos permitió comprender detalladamente su funcionamiento.
Estos datos se incorporaron al diseño de sistemas modelo que replican el tejido testicular humano, no solo biológicamente, sino también mecánica y estructuralmente. El objetivo final es crear un modelo que no solo pueda imitar la función testicular, sino también producir espermatozoides humanos viables.
El esperma producido en laboratorio podría revolucionar la atención a la fertilidad. Algún día podría ofrecer una solución a los hombres que se han sometido a procedimientos de SSR fallidos, a los sobrevivientes de cáncer infantil cuya fertilidad se vio afectada por la quimioterapia o la radioterapia, y a los pacientes varones con infertilidad grave e inexplicable que actualmente no tienen opciones de tratamiento.
Esto no es solo un experimento científico. Se trata de devolver la esperanza a quienes han perdido las respuestas de los enfoques médicos existentes.Proporcionado por
Este artículo se republica de The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.
