jueves, noviembre 27Una producción de Corporación Medios Digitales del Sur

Un estudio genético vincula la toma de decisiones impulsiva con una amplia gama de riesgos para la salud y psiquiátricos


Investigadores de la Universidad de California en San Diego han identificado 11 regiones genéticas vinculadas al descuento por demora (la tendencia a preferir recompensas pequeñas e inmediatas en lugar de las grandes y retrasadas), lo que arroja nueva luz sobre cómo la toma de decisiones impulsiva se relaciona con la salud mental y física.


por la Universidad de California – San Diego


El estudio, publicado en Molecular Psychiatry , analizó datos de todo el genoma de 134.935 participantes de 23andMe y descubrió que los mismos factores genéticos que influyen en la toma de decisiones impulsiva también se superponen con riesgos de afecciones como la obesidad, la diabetes y otros problemas de salud metabólica.

«La toma de decisiones impulsiva es algo que todos experimentamos, pero sus raíces biológicas han sido sorprendentemente difíciles de precisar», dijo Sandra Sánchez-Roige, Ph.D., profesora asociada de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la UC San Diego y autora principal del estudio.

«Estos hallazgos muestran que el descuento por demora no es sólo una tendencia conductual, sino que está profundamente entrelazado con las vías genéticas involucradas en el desarrollo del cerebro, la cognición y la salud física».

Mapeo genético y hallazgos clave

Basándose en un estudio previo de asociación del genoma cinco veces más pequeño, el equipo mapeó 11 regiones genéticas independientes e identificó 93 genes candidatos asociados con el descuento por retraso.

Varios de estos genes estaban involucrados en la señalización de la dopamina, el crecimiento neuronal, las vías metabólicas y la estructura cerebral; sistemas que también están implicados en trastornos psiquiátricos, obesidad, dolor crónico y resultados educativos. Análisis posteriores encontraron correlaciones genéticas entre el descuento por retraso y 73 rasgos que abarcan desde el consumo de sustancias y la depresión hasta trastornos gastrointestinales y la duración del sueño.

Los investigadores también realizaron un análisis de red para determinar qué mecanismos biológicos son compartidos entre los rasgos.

«Encontramos grupos de vías superpuestas, en particular las que involucran la cognición, el metabolismo y las conductas externalizantes, que pueden explicar por qué el descuento por demora es una característica común en muchos trastornos de salud mental», dijo Abraham A. Palmer, Ph.D., profesor y vicepresidente de investigación básica en el Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego y coautor del estudio.

Análisis adicionales mostraron que muchas asociaciones persistieron incluso después de ajustar medidas cognitivas como la inteligencia y el nivel educativo, lo que indica que el descuento por demora tiene una base genética parcialmente distinta.

Implicaciones clínicas y direcciones futuras

Para explorar los impactos clínicos posteriores, el equipo desarrolló puntajes poligénicos para el descuento por demora y los probó en una cohorte hospitalaria de más de 66.000 personas.

«Identificamos que estos puntajes, que representan la tendencia genética a favorecer recompensas inmediatas más pequeñas, estaban asociados con 212 resultados médicos, entre ellos diabetes tipo 2, dolor crónico, cardiopatía isquémica, trastornos del estado de ánimo y trastorno por consumo de tabaco», dijo la primera autora Hayley Thorpe, Ph.D., investigadora visitante en el laboratorio de Sánchez-Roige e investigadora postdoctoral en la Universidad de Western.

«Esto resalta cómo la toma de decisiones impulsiva puede influir en el riesgo para la salud a largo plazo».

«Comprender las raíces genéticas y biológicas del descuento por demora abre muchas nuevas posibilidades», afirmó Sánchez-Roige. «En el futuro, el descuento por demora podría convertirse en un marcador clínicamente útil que nos ayude a mejorar los tratamientos conductuales y farmacológicos dirigidos a la impulsividad».

A diferencia de muchos estudios que examinan las causas de enfermedades específicas, «estos estudios exploran la base genética de las tendencias genéticas transdiagnósticas, que son los componentes fundamentales que influyen en el comportamiento de las personas a lo largo de la vida y están entrelazados con la susceptibilidad a las enfermedades, así como con los resultados económicos y sociales», añade Palmer.

Los autores señalan que, si bien el estudio identifica objetivos genéticos prometedores, las investigaciones futuras deberían explorar las relaciones causales y probar si la modificación del descuento por retraso puede mejorar los resultados de salud.

También destacan la necesidad de replicar las asociaciones genéticas recién descubiertas y de realizar estudios que integren factores ambientales como el nivel socioeconómico.

«El descuento por retraso es medible, altamente hereditario y relevante para muchos aspectos de la salud», añadió Sánchez-Roige.

«Al continuar investigando este proceso fundamental de toma de decisiones, podremos descubrir nuevas formas de prevenir o tratar una amplia gama de afecciones».

Más información: Molecular Psychiatry (2025). DOI: 10.1038/s41380-025-03356-8