
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, caracterizada por prurito intenso, sequedad y lesiones eccematosas recurrentes. Afecta hasta el 20% de la población pediátrica y un 5% de adultos, generando un alto impacto en la calidad de vida.
Redacción Mundo de la Salud
Fisiopatología
La enfermedad se relaciona con una disfunción de la barrera cutánea, déficit de filagrina y una respuesta inmune exagerada mediada por linfocitos Th2. Factores ambientales como contaminación, estrés y alérgenos agravan el cuadro clínico.
Diagnóstico
Se basa en criterios clínicos: prurito crónico, distribución típica de lesiones, historia personal o familiar de atopias. La dermatoscopia y pruebas de alergia complementan la evaluación.
Tratamientos actuales
- Medidas generales: hidratación intensiva, uso de emolientes con ceramidas, evitar irritantes.
- Terapia tópica: corticoides y moduladores de calcineurina.
- Terapia sistémica: ciclosporina, metotrexato en casos graves.
- Nuevas terapias biológicas: dupilumab y otros anticuerpos monoclonales dirigidos a IL-4 e IL-13 muestran alta eficacia en pacientes refractarios.
Perspectivas futuras
La investigación busca terapias personalizadas basadas en biomarcadores cutáneos y microbioma de la piel, además de estrategias preventivas desde la infancia.
