Los investigadores han descubierto cómo la quimioterapia puede cambiar los tumores, haciéndolos más vulnerables a nuevos tipos de tratamientos. Estos hallazgos podrían conducir a terapias personalizadas dirigidas a las pacientes adecuadas en el momento adecuado, ofreciendo esperanzas para mejorar la atención del cáncer de ovario, una neoplasia maligna muy agresiva y común.
por la Universidad de Helsinki
El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Helsinki se centró en cómo la quimioterapia estándar afecta al sistema inmunológico en el cáncer de ovario . Se trata de un área de investigación fundamental, ya que las opciones de tratamiento actuales curan solo a una pequeña fracción de las pacientes. Aunque la mayoría de las pacientes con cáncer de ovario reciben quimioterapia, la enfermedad suele reaparecer y volverse resistente al tratamiento.
Los hallazgos se publican en la revista Cancer Cell .
Se ha demostrado que la cantidad de células inmunitarias en un tumor afecta la respuesta de los pacientes al tratamiento y sus posibilidades generales de supervivencia. Sin embargo, la inmunoterapia, que ha demostrado ser eficaz en otros tipos de cáncer, no ha dado los mismos resultados en el cáncer de ovario.
«La quimioterapia afecta a las defensas inmunitarias del organismo de maneras complejas. Puede reducir la cantidad de células inmunitarias, pero también desencadena ciertas respuestas e interacciones inmunitarias que aún no comprendemos del todo», explica la profesora adjunta Anniina Färkkilä, que dirigió el estudio.
«Nuestros resultados muestran la importancia de considerar estos efectos en su conjunto, para que podamos entender mejor cómo utilizarlos en beneficio de los pacientes», añade Färkkilä.
Mapeando los puntos débiles del cáncer
El sistema inmunológico combate el cáncer permitiendo que las células se comuniquen y trabajen juntas. Este estudio investigó qué tipos de células en los tumores de cáncer de ovario interactúan entre sí, especialmente después de la quimioterapia.
Utilizando técnicas avanzadas de células individuales, los investigadores analizaron casi 120 muestras de tumores recolectadas antes y después de la quimioterapia y pudieron mapear las posiciones e interacciones de células individuales en los tumores con una precisión sin precedentes.
«Hemos descubierto que el simple recuento de células inmunitarias no es suficiente para comprender el estado del sistema inmunitario. También necesitamos ver cómo interactúan estas células entre sí», afirma la profesora adjunta Anna Vähärautio, una de las autoras principales del estudio.
Los resultados mostraron que la quimioterapia activa las células T asesinas del propio paciente, que pueden invadir el tumor y atacar las células cancerosas. Sin embargo, otro tipo de células inmunitarias, los macrófagos (a veces llamados los «policías» del tejido canceroso) pueden impedir que las células T trabajen de manera eficaz. Los macrófagos hacen esto agotando las células T e impidiéndoles encontrar y destruir las células cancerosas. Se descubrió que estos procesos aumentan el riesgo de recurrencia del cáncer.
Hacia tratamientos personalizados contra el cáncer
El estudio también identificó pacientes con actividad muy baja de células T asesinas, que podrían beneficiarse potencialmente de terapias diseñadas para reactivar sus sistemas inmunes en el laboratorio.
«Estos hallazgos nos ayudarán a determinar qué tratamientos funcionan mejor para cada paciente y cuándo deben administrarse», afirma Färkkilä. «Esperamos que esta investigación conduzca a ensayos clínicos en los que se seleccionen pacientes para nuevos tratamientos de inmunoterapia en función de biomarcadores específicos».
Más información: Inga-Maria Launonen et al, Chemotherapy induces myeloid-driven spacely limited T cell exhaustion in ovarian cancer, Cancer Cell (2024). DOI: 10.1016/j.ccell.2024.11.005