Nos faltan nutrientes, nos sobran tóxicos
Marta López Alonso, Universidade de Santiago de Compostela
A veces bromeo diciendo que mis mascotas están mejor alimentadas que mis hijos. Y no es porque no lo intente: simplemente, los niños rechazan verduras, pescado o legumbres, mientras que un perro nunca protesta ante un pienso perfectamente formulado con las vitaminas y minerales que necesita. El resultado se ve a simple vista: un pelo sano e hiperbrillante, energía y buena salud.
La comparación puede sonar exagerada, pero refleja un hecho: en nutrición, los productos destinados a los animales –ya sean de granja o de compañía– son más completos que los dirigidos a las personas.
Los pequeños grandes protagonistas del metabolismo
Los llamados microminerales o elementos traza –como hierro, zinc, cobre, selenio, yodo o ma...




