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Una elevada cobertura de la atención primaria de salud reduce de forma significativa la mortalidad infantil en Latinoamérica


La atención primaria de salud evitó más de 300.000 muertes infantiles, sobre todo las derivadas de enfermedades relacionadas con la pobreza y prevenibles mediante vacunación, en Brasil, Colombia, Ecuador y México


ISGlobal/DICYT La implantación de la atención primaria de salud (APS) en las dos últimas décadas ha evitado más de 300.000 muertes infantiles en cuatro países latinoamericanos, y podría evitar más de 140.000 hasta 2030 en un escenario de crisis económica. Esta es la principal conclusión de un estudio coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación «la Caixa», que se ha publicado en The Lancet Global Health.

La Declaración de Astana de 2018 destacó el papel fundamental de la APS para garantizar que todas las personas disfruten del nivel más alto posible de salud y para lograr la cobertura sanitaria universal. La Declaración también hizo hincapié en la necesidad urgente de evaluar la efectividad de las estrategias de APS en los países de ingresos bajos y medios (PIBM), con el fin de hacerlas más eficaces y sostenibles.

Una evaluación multinacional

«El nuestro es el primer intento exhaustivo de evaluar el impacto de la atención primaria de salud como macroestrategia en cuatro países que representan a la mayoría (62%) de la población de América Latina», afirma Davide Rasella, investigador de ISGlobal. Él y su equipo realizaron una evaluación de impacto retrospectiva en Brasil, Colombia, Ecuador y México entre 2000 y 2019, utilizando datos de cobertura de APS y mortalidad entre el nacimiento y los cinco años de edad. También utilizaron modelos de previsión hasta 2030 en diferentes escenarios económicos.

El análisis muestra que una alta cobertura de APS se asoció con reducciones significativas de la mortalidad entre los recién nacidos (de casi el 30%), así como en la población entre 1 y 5 años. Los efectos de la APS fueron especialmente fuertes en el caso de las afecciones relacionadas con la pobreza (como la anemia y la malnutrición) y las enfermedades prevenibles mediante vacunación. Los modelos utilizados predicen que, en un escenario de crisis económica moderada, aumentar la cobertura de la APS podría evitar 142.285 muertes infantiles de aquí al 2030 en los c uatro países.

Los países latinoamericanos se encuentran entre los que más han sufrido las consecuencias socioeconómicas de la pandemia COVID-19 y podrían verse obligados a aplicar medidas de austeridad fiscal. «Sin embargo, nuestros hallazgos muestran que ampliar la APS para proteger al creciente número de personas vulnerables es una estrategia eficaz para mitigar el impacto de la actual crisis económica y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud infantil», afirma Ana Moncayo, investigadora del Centro de Investigación para la Salud en América Latina (CISeAL) y primera autora del estudio.

Los autores también subrayan la importancia de disponer de datos administrativos en suficiente cantidad y calidad (información demográfica, socioeconómica y sanitaria) para poder realizar estudios sólidos que ayuden a la toma de decisiones.