
Durante décadas, el diagnóstico certero de la enfermedad de Alzheimer ha sido un reto clínico y logístico. Los métodos más fiables incluían el PET de amiloide y el análisis de líquido cefalorraquídeo (LCR), pruebas de alta precisión pero con importantes limitaciones: elevado coste, disponibilidad restringida a centros especializados y procedimientos invasivos.
Redacción Mundo de la Salud
La llegada de los biomarcadores sanguíneos, en especial el p-tau217 y p-tau181, está revolucionando este paradigma. Por primera vez, un simple análisis de sangre puede ofrecer una aproximación diagnóstica con precisión cercana al 90%, comparable a las técnicas de imagen avanzadas.
Un cambio de modelo clínico 🔬
La transición “del PET al pinchazo” implica un rediseño del circuito diagnóstico:
- Atención primaria: médicos de familia podrán solicitar un test sanguíneo para pacientes con quejas de memoria, cribando de forma precoz a quienes requieren derivación especializada.
- Neurología y geriatría: las consultas recibirán pacientes ya estratificados, lo que optimiza tiempos y recursos.
- Salud pública: se facilita el acceso equitativo a un diagnóstico temprano, incluso en regiones sin acceso a PET o LCR.
Este cambio reduce de forma drástica los tiempos de espera, uno de los principales obstáculos en la atención del deterioro cognitivo.
Validación científica 📊
Ensayos clínicos multicéntricos han demostrado que los niveles de p-tau217 en plasma correlacionan de manera robusta con depósitos de amiloide y tau en PET, incluso en fases prodrómicas. Además:
- Plataformas automatizadas ya permiten su implementación en laboratorios hospitalarios.
- Su combinación con otros biomarcadores (Aβ42/40, neurofilamento de cadena ligera) aumenta la precisión diagnóstica.
- En estudios poblacionales, el test de sangre ha reducido en más del 50% la necesidad de PET confirmatorio.
Implicaciones éticas y organizativas ⚖️
La adopción masiva de tests de sangre plantea nuevos retos:
- Consentimiento informado: recibir un diagnóstico precoz de Alzheimer puede tener impacto psicológico y social en pacientes y familias.
- Falsos positivos/negativos: aunque la precisión es alta, los errores diagnósticos pueden generar sobretratamiento o falsa tranquilidad.
- Planificación sanitaria: se espera un aumento en el número de diagnósticos, lo que requiere más unidades de memoria, terapeutas y recursos de apoyo.
Conexión con nuevas terapias 💉
El diagnóstico temprano es más relevante que nunca con la llegada de terapias modificadoras de la enfermedad, como donanemab y lecanemab, aprobados recientemente. Estos medicamentos son más eficaces en fases iniciales, lo que hace crucial identificar pacientes antes de que la enfermedad avance.
El binomio test de sangre + terapia antiamiloide inaugura una nueva era: ya no se trata solo de diagnosticar, sino de intervenir en el curso clínico del Alzheimer.
Referencias
- Palmqvist, S. et al. (2023). Plasma p-tau217 as a diagnostic tool for Alzheimer’s disease. JAMA.
- Hansson, O. (2024). Implementation of blood biomarkers for Alzheimer’s disease in clinical practice. Lancet Neurology.
- Rabinovici, G.D. (2021). The role of PET and blood biomarkers in Alzheimer’s diagnosis. Nature Reviews Neurology.
- FDA/EMA (2024). Guidance on Alzheimer’s diagnostics and blood biomarkers.

