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Un centro previamente desconocido en el sistema de drenaje linfático del cerebro podría ayudar a eliminar los desechos.


¿Cómo elimina el cerebro sus desechos? Esa es la función del sistema de drenaje linfático del cerebro, y los esfuerzos por comprender cómo funciona han ampliado los límites de las tecnologías de neuroimagen.


Por George Hanna, Universidad Médica de Carolina del Sur


Un nuevo estudio publicado en iScience por investigadores de la Universidad Médica de Carolina del Sur revela, por primera vez en humanos, evidencia de un centro previamente desconocido en el sistema de drenaje linfático del cerebro: la arteria meníngea media (AMM).

Aprovechando una colaboración con la NASA que les brindó acceso a tecnologías de resonancia magnética en tiempo real, originalmente desarrolladas para estudiar cómo los vuelos espaciales afectan la dinámica de fluidos en el cerebro humano, el equipo de investigación de MUSC, dirigido por el Dr. Onder Albayram, monitoreó el flujo de líquido cefalorraquídeo e intersticial a lo largo del área motora medial (AMM) en cinco participantes sanos durante un período de seis horas. Descubrieron que el drenaje del líquido cefalorraquídeo era pasivo, lo que sugiere un flujo linfático en lugar de sanguíneo. El flujo sanguíneo habría sido más rápido y dinámico.

“Observamos un patrón de flujo que no se comportaba como el de la sangre moviéndose a través de una arteria; era más lento, más parecido al drenaje, lo que demuestra que este vaso forma parte del sistema de limpieza del cerebro”, dijo Albayram, profesor asociado del Departamento de Patología y Medicina de Laboratorio de MUSC.

El sistema nervioso central, compuesto por el encéfalo y la médula espinal, está rodeado por una membrana protectora multicapa conocida como meninges. Albayram lleva más de una década trabajando en la descripción de los vasos linfáticos meníngeos del cerebro, que considera esenciales para transportar los desechos desde el cerebro hacia el sistema linfático periférico, donde se eliminan del organismo.

Hasta hace aproximadamente una década, se creía que estas membranas meníngeas aislaban el cerebro del resto del sistema inmunitario, en particular del sistema linfático. El trabajo de Albayram está cambiando este paradigma al demostrar que estas membranas contienen vasos linfáticos integrados en la periferia. Comprender el intercambio de fluidos entre el cerebro y el resto del cuerpo es fundamental para ampliar nuestras opciones de prevención y tratamiento de enfermedades psiquiátricas y neurológicas .

Albayram fue uno de los primeros en visualizar los vasos linfáticos meníngeos en humanos, como se publicó en un artículo de 2022 en Nature Communications . El estudio publicado en iScience captura el flujo de fluidos dentro de la arquitectura linfática meníngea en las profundidades del cerebro humano en tiempo real y valida estos hallazgos mediante imágenes avanzadas de tejido humano post mortem.

Para confirmar los hallazgos de la resonancia magnética, el equipo de Albayram examinó tejido cerebral humano mediante imágenes de altísima resolución. En colaboración con científicos de la Universidad de Cornell, el equipo empleó una técnica avanzada que permite visualizar simultáneamente numerosos tipos celulares. Este mapeo detallado reveló que la zona que rodea el MMA está revestida de células típicas de los vasos linfáticos, los conductos encargados de eliminar los desechos.

Estos resultados confirmaron que el fluido de movimiento lento observado en la resonancia magnética fluía efectivamente a través de vasos linfáticos verdaderos , no de vasos sanguíneos, vinculando así las imágenes cerebrales directamente con la evidencia celular.

El trabajo de Albayram se centra en realizar observaciones en humanos antes de extenderlas a modelos experimentales, como ratones, en lugar de hacerlo al revés. Un elemento clave de este estudio es que se llevó a cabo en personas sanas. Comprender claramente cómo funcionan estas estructuras en condiciones normales es esencial para reconocer qué cambia cuando algo falla, por ejemplo, tras una lesión cerebral traumática o durante enfermedades neurodegenerativas.

Las implicaciones de este descubrimiento abarcan el envejecimiento, la neuroinflamación, las lesiones cerebrales, la enfermedad de Alzheimer e incluso los trastornos psiquiátricos. Albayram ya está llevando a cabo investigaciones basadas en observaciones clave de la arquitectura del drenaje linfático en pacientes con enfermedades neurodegenerativas, con el objetivo de desarrollar mejores métodos para diagnosticar estas complejas enfermedades de forma precoz, prevenirlas y diseñar nuevos tratamientos.

«Un gran desafío en la investigación cerebral es que aún no comprendemos del todo cómo funciona y envejece un cerebro sano», afirmó Albayram. «Una vez que entendamos qué es lo «normal», podremos reconocer los primeros signos de enfermedad y diseñar mejores tratamientos».

Más información: M. Albayram et al., Arquitectura linfática meníngea y dinámica de drenaje en torno a la arteria meníngea media humana, iScience (2025). DOI: 10.1016/j.isci.2025.113693