Lograron trasplantar una oreja impresa en 3D hecha de células humanas


La paciente es una chica de 20 años oriunda de México que nació con microtia, un defecto raro que hace que la aurícula, o parte externa del oído, sea pequeña y malformada. Cómo fue el innovador procedimiento


Desde hoy, Alexa, una chica mexicana de 20 años, ya no es blanco de burlas entre sus compañeros. En otra demostración de lo que significa el avance de la tecnología en el área de la medicina, científicos lograron trasplantar una oreja impresa en 3D y hecha de células humanas a una paciente en Estados Unidos.

La proeza estuvo a cargo de 3DBio Therapeutics, una empresa de biotecnología de Queens, que utilizó por primera vez la impresión en 3D para hacer una parte del cuerpo con las propias células de Alexa, quien nació con microtia, un defecto de nacimiento raro que hace que la aurícula, o parte externa del oído, sea pequeña y malformada (también puede afectar la audición en el oído).

La paciente, oriunda de México, recibió un implante de oreja impreso en 3D hecho con sus propias células. Expertos independientes dijeron que el trasplante, parte del primer ensayo clínico de una aplicación médica exitosa de esta tecnología, fue un avance sorprendente en el campo de la ingeniería de tejidos. Pero el proceso para lograr esto fue mucho más detallado y complicado.

Primero, se extrajo medio gramo de tejido cartilaginoso de la oreja deformada de la mujer. En la sede de la compañía en Long Island City, las células formadoras de cartílago se aislaron del tejido restante y se colocaron en soluciones de crecimiento especiales. Allí se multiplicaron en miles de millones de células, lo que permitió luego que se mezclaran con la “bio-tinta” a base de colágeno. “Fue como si se mezclaran chispas de chocolate en helado con masa para galletas”, explicó el doctor Nathaniel Bakhrach, director de investigación de 3DBio y uno de los responsables del gran suceso médico.

Con la ayuda de una jeringa, la mezcla de colágeno se insertó en una bioimpresora 3D especializada. Luego, el material celular fluyó constantemente fuera del ostium, lo que provocó que el cráter móvil adquiriera una forma alargada que se asemejaba a la oreja de un paciente. Este “proceso de impresión” tomó menos de diez minutos y se hizo en una forma que coincidía con precisión con la oreja izquierda de la mujer. Luego, este tejido similar a una oreja se encapsuló en una envoltura protectora biodegradable y se transportó al receptor durante la noche. Finalmente, se implantó la oreja debajo de la piel del paciente; cuando finalmente se estiró la piel, se reveló la forma de la nueva oreja, que continuará regenerando el tejido del cartílago, dándole la apariencia de una oreja natural.

El proceso de fabricación de impresión 3D crea un objeto tridimensional sólido a partir de un modelo digital. La tecnología generalmente involucra una impresora controlada por computadora que deposita material en capas delgadas para crear la forma precisa del objeto. El nuevo implante de oído de 3DBio Therapeutics integra varias tecnologías patentadas, dijeron los ejecutivos, comenzando con un método para convertir una pequeña muestra de las células de un paciente en miles de millones de células. La impresora 3-D de la empresa utiliza una “biotinta.

Los resultados de la cirugía reconstructiva de la mujer fueron anunciados ayer por 3DBio en un comunicado de prensa sin mayores precisiones, aunque la compañía dijo que los reguladores federales revisaron el diseño del ensayo y establecieron estrictos estándares de fabricación, y que los datos se publicarían en una revista médica cuando se complete el estudio. El éxito de 3DBio, que lleva siete años en desarrollo, es uno de varios avances recientes en la búsqueda de mejorar los trasplantes de órganos y tejidos. La impresión 3D podría incluso producir órganos vitales mucho más complejos, como hígados, riñones y páncreas.

En enero, cirujanos en Maryland trasplantaron un corazón de cerdo genéticamente modificado a un hombre de 57 años con una enfermedad cardíaca, extendiendo su vida por dos meses. Los científicos también están desarrollando técnicas para prolongar la vida útil de los órganos de donantes para que no se desperdicien. Además, médicos suizos informaron esta semana que un paciente que recibió un hígado humano que había sido conservado durante tres días todavía estaba sano un año después.

United Therapeutics Corp., la compañía que proporcionó el cerdo modificado genéticamente para el procedimiento cardíaco, también está experimentando con la impresión 3D para producir pulmones para trasplantes. Y científicos del Instituto de Tecnología de Israel informaron en septiembre que habían impreso en 3D una red de vasos sanguíneos, que sería necesaria para suministrar sangre a los tejidos implantados. Las empresas han utilizado previamente la tecnología de impresión 3D para producir prótesis a la medida hechas de plástico y metales livianos. Pero el implante de oreja, hecho de una pequeña gota de células extraídas de la oreja deforme de la mujer, parece ser el primer ejemplo conocido de un implante impreso en 3D hecho de tejidos vivos.

“Esto es muy emocionante, a veces tengo que moderarme un poco. Si todo sale según lo planeado, esto revolucionará la forma en que se hace”, dijo Arturo Bonilla, cirujano pediátrico reconstructivo de orejas en San Antonio, quien realizó la cirugía de implante de la mujer.

James Iatridis, que dirige un laboratorio de bioingeniería de la columna vertebral en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, dijo que se estaban preparando otros implantes de tejido impreso en 3D, pero que no sabía de ningún otro producto que se estuviera probando en un ensayo clínico. “El implante de oreja 3-D es entonces una prueba de concepto para evaluar la biocompatibilidad, la coincidencia de formas y la retención de formas en personas vivas”, afirmó Iatridis.

Alexa dijo que estaba emocionada con la nueva oreja, aunque todavía estaba cubierta por un vendaje. Aunque muchos niños con microtia son objeto de burlas por parte de sus compañeros, lo que puede provocarles ansiedad, depresión y hostilidad, Alexa dijo que nunca le molestó mucho hasta la adolescencia, cuando se volvió más consciente de su apariencia.

“Te preocupas un poco más por tu imagen cuando eres adolescente. Algunas personas dijeron cosas feas que me molestaron”, afirmó. Y recordó cuando había perfeccionado el arte de taparse la oreja derecha con el pelo largo y suelto, y la mayoría de la gente ni siquiera podía darse cuenta de que le faltaba una oreja. Pero ahora, dijo, está ansiosa por divertirse con su cabello, poniéndolo de nuevo en coletas o en un moño. “Creo que mi autoestima aumentará”, cerró la entrevista con una sonrisa.